Es la primera imagen que se les viene a la cabeza a todos los hinchas de River cuando piensan en Nelson Cuevas. Esa corrida interminable sobre el final de un clásico contra Racing y el gol que dejó al equipo de Ramón Díaz al borde de un nuevo título. Para el propio Pipino también es su mejor recuerdo cuando repasa su paso por Núñez, incluso más importante que los goles que le hizo a Boca. "Había un montón de factores. Mi mamá fue a hacer quilombo antes del partido, Ramón me concentró recién el sábado como el jugador número 17 y después me llevó al banco. Me puso, justo echaron a Comizzo, fue Demichelis al arco con un tiro libre para Racing y ahí nació todo. Fue algo realmente maravilloso", remomoró el delantero durante una charla en vivo por Instagram con La Página Millonaria.

 

En plena cuarentena en su país junto a su esposa y sus tres hijos, Cuevas eligió ese grito contra la Academia en el Torneo Clausura 2002 como su momento más importante no sólo por lo que significó ese triunfo sino también por todo lo que se le presentó después. "Después de ese clásico me llamaron para ir al Mundial de Corea/Japón, me gané la camioneta sorteó Ramón porque salimos campeones y después me transfirieron a China", detalló el jugador que disputó 103 partidos en River, convirtió 14 goles y fue campeón cinco veces: Apertura 99 y Clausura 2000, 2002, 2003 y 2004.

¿Qué se le pasó por la cabeza después de que recibió el pase de Rojas y encaró mano a mano a Campagnulo?, fue la pregunta de uno de los hinchas millonarios que siguieron la entrevista en vivo por Instagram. "Muchas cosas. Si yo no hacía ese gol, me condenaba al fracaso... Me quedaba afuera del Mundial, River no salía campeón... Si no lo metía, yo me iba al piso", graficó Pipino sobre esa jugada que aún hoy la sigue reviviendo casi como el Pity Martínez y su gol en Madrid: "Hace unos días me mandaron un video de un hincha en España que hizo el relato de Costa Febre. Es emocionante".