Los hinchas de River vivieron una verdadera fiesta esta noche en el Monumental: el Millonario alcanzó su octava victoria consecutiva y está cada vez más cerca del título de la Liga Profesional. La gente deliró con los tres goles, ovacionó a Marcelo Gallardo y hasta hubo algunos cantitos por el campeonato. 

 

El Antonio Vespucio Liberti se vistió de gala una vez más para recibir al puntero absoluto del fútbol argentino. El día laboral generó que muchos abonados lleguen sobre la hora, pero cuando promediaba el primer tiempo ya se veía un estadio completo en su capacidad del 50%. Si bien se registraron demoras en la entrada, al momento no se denunciaron irregularidades como contra San Lorenzo. 

El "Muñeco, Muñeco" sonó estruendoso como en cada partido y después fue seguido por el ya clásico "Gallardo es de River, de River no se va". La gente vivió con mucha intensidad y llenó de aplausos al Millonario en un primer tiempo de alto vuelo. También hubo ovación para Bruno Zuculini tras su golazo que abrió el partido. "El que no salta murió en Madrid" tampoco faltó. 

En el segundo tiempo, el Más Grande definió el partido con una ráfaga entre Agustín Palavecino, Braian Romero y Julián Álvarez. "Este es el famoso River, el famoso River Plate..." bajó de las tribunas del Monumental tras la superioridad mostrada por el equipo de Gallardo. Incluso algunos se animaron a entonar el famoso "De acá de Nuñez salió el nuevo campeón..." inspirados en los nueve puntos de ventaja que sacó el equipo en la tabla. 

Los 36 mil espectadores del estadio también repartirieron ovaciones para dos históricos: Leo Ponzio, quien ingresó en el complemento, y Milton Casco cuando realizó un cruce espectacular en el área. "Los de abajo son bosteros, no nos pueden alcanzar", cantó la gente delirando con el espectáculo que le dio River en el verde césped.  

La fiesta se cerró con remeras revoleadas en la calurosa noche porteña y el "jugando bien o jugando mal..." que acompaña habitualmente. El "Soy de River, yo soy" también se coló entre los cánticos interminables de los hinchas que bajaron las escaleras del estadio a puro festejo y alegría.