(Incluye videos) El Millonario la pasó muy mal en el arranque de la Copa Libertadores, pero siempre confió en el estilo que impuso Gallardo y llegó a la final luego de casi dos décadas.
El Millonario inició el semestre como candidato a pelear por la Copa Libertadores. Campeón de la Sudamericana y la Recopa, era lógico imaginar al Más Grande en la final. Pero River tuvo que sufrir y mucho para llegar a esta instancia.
Con sólo recordar el arranque del grupo ya alcanza. La derrota por 2 a 0 en Oruro contra San José comenzó a complicar el camino, que encendió las alarmas luego del 1 a 1 en el Monumental ante Tigres.
+ El gol de Sánchez a Tigres:
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Otro empate en uno llegó en Perú, en la impresentable cancha de Juan Aurich, que también igualó un partido increíble en el Monumental. Cuatro fechas, 3 puntos. La historia parecía sentenciada.
+ El empate ante Juan Aurich en Núñez:
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Más aún cuando, a los 85 minutos de juego en Monterrey, La Banda perdía 2 a 0 ante Tigres. Pero este equipo jamás se da por vencido y, con goles de Teófilo Gutiérrez y Rodrigo Mora, resucitó a una jornada del final.
+ Golazo salvador de Mora:
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Había que vencer a San José por dos goles en Núñez y esperar, al menos, un empate de los peruanos como locales ante los mexicanos. River hizo lo suyo y goleó 3 a 0, pero el desahogo llegó cuando Tigres se impuso 5 a 3 (gracias al triplete de Enrique Esqueda).
+ Goleada a San José:
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Llegaron los octavos de final. Boca. La víctima en las semis de la Sudamericana y el morbo que eso implicaba. El súper equipo de Rodolfo Arruabarrena, que arrasó en la fase de grupos, cambió claramente el esquema en el Monumental y River, fiel al ADN que Marcelo Gallardo impuso en el plantel, lo venció 1 a 0, con el gol de penal de Carlos Sánchez.
+ El gol del uruguayo:
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Luego, el papelón. Un primer tiempo en La Boca jugado magistralmente desde lo táctico por River, que anuló cualquier tibio intento de ataque de los locales. El Panadero y su gas pimienta hicieron el resto… un vergonzoso desenlace para el partido más atrapante del planeta. Pase a cuartos de final con el sabor amargo de entender que se podía superar a Boca en los 90.
+ El Panadero tira gas pimienta:
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Y apareció Cruzeiro, equipo al que River jamás había superado en un mano a mano. 0-1 en el Monumental, tarea complicadísima para revertir en Brasil. ¿Complicadísima? Claro, pero para este equipo, nada es imposible. El Millonario jugó el mejor partido del año y maniató a los de Belo Horizonte. Tres a cero, baile y fiesta millonaria. ¡A semifinales!
+ El tanto de Teo en Brasil:
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Pasó la Copa América, se fue Teo, Rojas no renovó, Aimar se retiró… varias pálidas para River, que igualmente hizo lo suyo. Lucas Alario se vistió de asistidor en su primer partido copero para que Gabriel Mercado y Rodrigo Mora, con una vaselina inolvidable, comenzaran a definir la serie ante Guaraní en el Monumental.
+ La vaselina de Mora:
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La revancha no iba a ser fácil, advirtieron el cuerpo técnico y los jugadores. Y fue así, porque los paraguayos descontaron en el global a falta de media hora. Sánchez sacó una pelota en la línea que hizo tambalear la ilusión. Pero los refuerzos que pidió Gallardo inclinaron la balanza: asistencia de tres dedos del debutante Tabaré viudez, golazo con sombrerito incluido de Alario. Empate, triunfazo en el global y locura en el Defensores del Chaco.
+ El primer tanto de Alario en River:
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Ahora sí. Es hora de esperar por la final, la quinta en la historia de River en la Libertadores. El viejo conocido Tigres o el Inter de Andrés D’Alessandro serán el último escollo hacia el título. La ilusión es enorme. Confiamos en el equipo que le devolvió al Millonario el lugar que merecía en el continente.
