Alejandro Domínguez se dio el gusto de meter su primer gol en esta nueva etapa y, claro, lo festejó con un beso a la camiseta.
Los hinchas lo esperaban, al igual que el gol de Fernando Cavenaghi, y el Chori pudo celebrar su tanto, que sirvió para liquidar el partido frente a Desamparados de San Juan, en Parque Patricios.
Domínguez viene siendo de lo mejor de River y marca diferencia con su calidad, a la que le suma compromiso con la marca y criterio para convertirse en el creador de juego del equipo. Por si fuera poco, es dueño de una gran pegada.
Esta tarde, no pesó en los primeros minutos, pero después apareció y River cambió. Y tuvo su momento de gloria, en la segunda parte, para capturar un rebote en el corazón del área y definir fuerte, para asegurar el tercer tanto.
Después de desahogar el grito contenido, se besó la camiseta y fue hacia donde estaban los suplentes, detrás del arco, para abrazarse con ellos y darle rienda suelta al festejo de un nuevo triunfo del Millonario.



