Final del partido. Luego de seis minutos fatídicos de tiempo adicionado, Wilton Sampaio marcó el círculo central y se desató la locura riverplatense: los de Gallardo se metieron en una nueva final de América, y esta vez eliminaron a Boca en la instancia previa.

Abrazos, alegría y cantitos fueron los tópicos más sobresalientes en el verde césped del estadio Alberto J. Armando mientras el eterno rival se marchaba a su vestuario en silencio. Y fue allí cuando Néstor Portillo, un laburante y empleado de seguridad de la compañía PCP, no contuvo su amor por los colores y se unió en un entrañable abrazo junto a Matías Suárez y compañía.

Duró menos de diez segundos, pero ese instante de jolgorio se hizo viral y la empresa de seguridad decidió echar a este empleado. ¿Era para tanto? Lo cierto es que ya fue notificado con telegrama de despido y se quedó sin trabajo sólo por no poder contener la emoción del momento.