Debutó con la camiseta de River un 20 de agosto de 2006, en la derrota 3-1 frente a Racing y con apenas 18 años. Llegó a la Primera de River con un corto recorrido en las divisiones juveniles del club y apenas un puñado de encuentros en la Reserva millonaria. Así, en un abrir y cerrar de ojos, Juan Antonio pasó de ser un chico tranquilo que disfrutaba los atardeceres de Trellew a convertirse en un futbolista profesional en el club más grande de la Argentina, con todo lo que eso significa.

Antes de defender la camiseta del Más Grande, Juan Antonio vivió una serie de situaciones dignas de una película. La primera, y tal vez la que más lo marcó a fuego, fue una prueba de jugadores que realizó la Selección Argentina Sub 17 en Trellew. “Un día mi viejo me levantó y me dijo que estaban Tocalli y Tojo probando jugadores en la cancha de Racing de Trelew (…) Caí en la cancha y ese día, ponele que salimos 7-1 e hice 10 goles… Estaba inspiradísimo. Terminó el partido, Tocalli cruzó la cancha y se puso a hablar con nuestro técnico. Y sentí esa corazonada de que le gusté, uno quiere enamorar, es tu pasión. Ese día fue el día en el que se me abrió la puerta para venir al Sub 17”, recordó el ex delantero millonario en diálogo con Infobae.

Aquella prueba con la selección juvenil le abrió una puerta para dar el salto al fútbol europeo. Juan Antonio tuvo la posibilidad de viajar a Inglaterra y hacer una prueba en Liverpool con apenas 17 años. ¿Cómo vivió aquella experiencia? “Fue algo muy loco, porque son saltos muy grandes. Fui, hice como una mini prueba, anduve bien, pero nunca terminé de entender si era para quedarme o no. Volví y me dije ‘paremos la mano, empecemos en un lugar cercano a mi casa'”, reconoció el atacante, que encontró el atajo en River.

Así, en cuestión de meses, pasó de tirar paredes contra el viento en la Comisión de Actividades Infantiles a compartir vestuario con futbolistas de la talla de Ariel Ortega y Marcelo Gallardo. “Desde el primer momento que te sentás en una mesa con ellos, con los referentes, empezás a aprender, a charlar. Entrás en esa vorágine del profesionalismo. Yo los veía en el póster y en ese momento los tenía ahí”, rememoró el ex futbolista. “La voz cantante, el que explicaba las cosas era el Muñeco. Él hablaba lo justo y necesario, y cuando decía algunas cositas me llegaba, sobre todo por sus formas”, agregó.

Las lesiones le jugaron una mala pasada al pibe oriundo de Trellew, que pudo disputar con la camiseta de River apenas 8 partidos partidos oficiales. “Al principio, por no haber hecho todas las Inferiores, hizo que cuando vine a Buenos Aires me encontrara con un ritmo muy fuerte. Cuando fui a Europa había encontrado ya la marcha, y después se dieron algunas cosas personales que hicieron que la mochila estuviera más pesada, y me seguí lesionando. Y ahí vi que no me daba el cuerpo, mi cuerpo estaba sufriendo. Y eso hizo que pensara en un retiro temprano. Me retiré a los 27, era joven. La idea no era retirarme temprano“, reconoció Antonio, que luego de vestir la banda roja pasó por el Brescia, Ascoli, Sampdoria, Varese, FeralpiSaló y Parma, todos equipos del fútbol italiano, donde colgó los botines en 2016.

Su presente lo encuentra cerca del fútbol, pero desde otro lugar. Juan Ignacio Antonio formó una banda de rock llamada Mundial 98 que reversionó “Un estate italiana”, el icónico tema de Italia ’90 y tiene un objetivo claro: “Queremos llegar al Mundial. No me tocó llegar como futbolista por distintas cuestiones y el sueño es tocar en el fan fest de Qatar”, expresó el ex River, dispuesto a tender un puente entre sus dos pasiones: la música y el fútbol.