Nicolás De La Cruz volvió hace unos días a Uruguay. Sin entrenamientos de River a corto ni mediano plazo, el volante ofensivo se mantiene en forma física junto con su hermano, Carlos Sánchez.
Más allá de cumplir con una rutina de ejercicios, el mediocampista de 22 años también optó por dedicarle una parte de su tiempo a una causa solidaria. Así lo reflejan distintas imágenes difundidas por la gente de Liverpool, de Montevideo, su club de origen.
El jugador del Millonario estuvo en el barrio de Belvedere, donde se encuentra la institución mencionada, para ayudar a servirle comida a los chicos más necesitados de la zona. Con barbijo y guantes, tomó las medidas sanitarias para ayudar durante la pandemia.
De La Cruz es uno de los dos jugadores de River que están pasando el aislamiento en el exterior. Paulo Díaz, quien estuvo un mes alejado de su pareja y su hijo, arribó a Santiago de Chile la semana pasada para continuar la cuarentena allí.