Pasó más de un año desde que River ganó la Copa Libertadores 2018 en el Santiago Bernabéu. Ya en 2020, el Tribunal Superior de Deporte (TAS) terminó de analizar el reclamo de Boca por todo lo sucedido el día que la vuelta se debía jugar en el Monumental, y por una agresión al micro del visitante no pudo ser así. 

Con un comunicado oficial, se anunció que el resultado no sufrirá ninguna modificación, como era de esperarse, pero también se informó una sanción para el club de Núñez la cual trajo ciertas confusiones: dos compromisos sin público por el torneo continental.

En 2019, el equipo de Gallardo ya disputó dos duelos sin su gente (ante Palestino y Alianza Lima) por un motivo similar, por lo que en primera instancia se especuló con que el documento en cuestión hablaba de dichos encuentros, y no de los que se vienen por la edición actual.

De igual manera, también se baraja la posibilidad de que se traten de dos nuevos partidos de castigo, a los que se le sumaría la fecha sin fanáticos que el Millonario debe cumplir por las bengalas utilizadas en el recibimiento ante el eterno rival por la ida de las semifinales del año pasado: en resúmen, toda la fase de grupos de la Libertadores 2020 a puertas cerradas.

 

La última chance real que existe es que se unifiquen las sanciones, y de esta manera solo sean dos los encuentros sin gente en el Vespucio Liberti. Habrá que esperar voces oficiales.

La realidad es que cada partido en el que River no puede llevar a sus hinchas significan una pérdida de unos 100 millones de pesos, teniendo en cuenta las últimas recaudaciones que tuvo el club (ante Boca en 2019 el monto rondó los 150 millones, por una suba significativa del precio de las entradas) en partidos de índole internacional.