Claudio Ariel Rojas puede decir con orgullo que fue el único futbolista centroamericano que se puso la camiseta de River. Realizó las Divisiones Inferiores en el club, en 1993 debutó en Primera y hasta se consagró campeón: en el Torneo Apertura 1993 y Torneo Apertura 1994.

Pero el ex mediocampista fue compañero de Marcelo Daniel Gallardo, el DT más ganador de la historia del Millonario. ¿Cómo era tenerlo de compañero? En una entrevista que le concedió a Olé, recordó: "Siempre concentrábamos juntos. ¡Y mirá lo que es ahora! Una persona importantísima para el club. Es un gran orgullo. Hace fácil treinta y pico de años que lo conozco. Yo tengo 47, tres años más que él. Marcelo era pequeñito, tenía 14 y, en la época de Alejandro Sabella, ya estaba en la Reserva. ¡También, con las condiciones que tenía él pedía cancha a lo loco! Y encima, los técnicos eran unos monstruos: Sabella era un fenómeno y después Passarella nos empezó a llevar a la Primera"

Rojas incluso describió al Gallardo de aquel entonces: "Como persona, bárbaro. Éramos chicos, nos estábamos acoplando y tratábamos de divertirnos. Las concentraciones eran largas, quizás de más de un mes, y había que rebuscárselas. Por eso nos juntábamos y hacíamos relaciones con los de nuestra edad: estábamos él, Ortega, Almeyda, yo... ¡Era impresionante! Ya tenía carácter desde chiquito, no me sorprende lo que es hoy. Hizo un rejunte de todo lo que fue y hoy lo está reflejando".

"Él siempre fue una persona de gran personalidad. No le interesaba si adelante suyo había una persona más grande, él tiraba chistes pero siempre con respeto. Siempre tuvo carácter y personalidad, desde chico. Y lo trasladó al fútbol, porque debutó de muy pibito y no le importó: jugó libre", agregó el hombre de 46 años.

Si bien consideró que el Muñeco tenía carácter de pibe, el guatemalteco indicó que no se mostraba como hoy en día: "Tenía personalidad. Pero, más que nada, lo demostraba en cómo se desenvolvía adentro de la cancha. Y había que respetarlo, había que mirarlo atentamente. Marcelo era el más pequeño del grupo. Su carácter, que lo tenía, lo transmitía futbolísticamente. De palabra daba su pensamiento, pero antes era difícil meter bocado con los más grandes, no es como ahora. Había que tener personalidad y ser respetuoso con los mayores. Pero yo ya notaba desde chico que tenía huevos: agarraba la pelota, la pedía y hablaba. Nunca bajaba los brazos. Era un luchador".

Por otra parte, Rojas se animó a contar una anécdota que vivió junto al DT de River: "Tuvimos miles. En las pretemporadas pasaban infinidades de cosas. En ese momento era todo nuevo para nosotros. Un día vino un dirigente y nos regaló una televisión y un equipo de música por el torneo que habíamos ganado. Y con Marcelo nos mirábamos y no entendíamos nada, decíamos 'no puede ser'. Pero con Gallardo fueron muchos momentos de risas, jodas, bromas... Nos cargábamos entre nosotros. Y él, al ser el más pequeño de todos, no les hablaba tanto a los grandes pero, ojo, no les tenía miedo. También me acuerdo de la vez que estábamos en Mar Chiquita y Passarella se agarró a trompadas con uno de la barra. En la habitación, con Marcelo, nos decíamos 'fua, qué personalidad'. Estábamos asombrados de esa situación".