No hay palabras que puedan describir el golazo de River en el 3-0 ante Central Córdoba. Es que la jugada tuvo 19 toques previos en los que el rival vio la pelota pasar y no pudo frenar un armado letal que finalizó en la valla de Diego Rodríguez.

Entre Milton Casco, Ignacio Fernández y Julián Álvarez se pergenió una orquesta sinfónica de esas que sólo saben tocar los privilegiados. Fue Nacho quien terminó rompiendo la última línea para desbordar desde la izquierda y enviar un buscapié razante con un final anunciado.

Allí apareció Julián, de nueve, para decretar el 3 a 0 tocando la pelota de forma contundente ante los intentos inertes del Ruso. El equipo de Gallardo cerró la noche en Mendoza a puro toque y demostrando por qué es el mejor equipo del fútbol argentino.