Alejandro Domínguez se puso la mítica camiseta y fue lo mejor en el triunfo de River sobre Chacarita. Asistió, peleó, recuperó y estuvo muy cerca de su gol, además del que le anularon correctamente.
El Chori se moría de ganas de ponerse la banda roja otra vez y esas ganas se vieron reflejadas en el campo de juego. Después de un comienzo un tanto impreciso, el delantero fue de lo mejor del equipo de Matías Almeyda, gracias a su calidad intacta, a la que le sumó sacrificio.
Domínguez comenzó como punta, pero también bajó para armar juego y no dudó en tirase al piso y correr a los jugadores rivales a la hora de recuperarla. Además, estuvo fino en la mayoría de los pases y muy hábil para sacarse de encima a los jugadores de Chacarita.
Su actuación pudo haber sido perfecta, si es que entraba el mano a mano que tuvo en el segundo tiempo. Además, casi mete un gol olímpico y después el palo derecho de Nicolás Tauber le ahogó un regreso ideal.



