Son pocos los que vuelven en las difíciles, por eso con el tiempo el reconocimiento es cada vez mayor para aquellos que decidieron dejar los millones y embarrarse con el objetivo devolver a River a donde siempre perteneció. El Chori Domínguez, que desde su aparición en River allá por los años 2000 se convirtió en la debilidad de muchos por su calidad, fue uno de esos valientes que formó parte del plantel entre 2011 y 2012.

Cosechó una gran relación con Leonardo Ponzio en esos años y por eso fue uno de los invitados al partido despedida del León: "Muy contento por estar acá porque recordás muchos momentos. Fue un día completo y una noche muy linda para él. Cada partido tuvo su importancia y a él le tocó estar en los dos, contra Almirante Brown y en Madrid contra Boca. Son partidos que quedan marcados", contó el Chori en diálogo con Super Mitre.

Cuando salió a la cancha, el Monumental lo aplaudió y algunos corearon su nombre: "No me sorprende la ovación de la gente porque su agradecimiento está constantemente, lo siento día a día y mensje tras mensaje. Es lo que me quedó y eso nadie me lo puede quitar". Y se lamentó por cómo se cerró su etapa en el Millo: "Fue lo que fue, mi deseo siempre fue retirarme con la camiseta de River pero pasó lo que pasó, me retiré en otro lado y ya está".

Por último, el Chori se animó a opinar sobre el presente del equipo dirigido por Marcelo Gallardo: "No es lo regular que estamos acostumbrados a ver, pero lo veo con la tranquilidad de que cada vez que va a verlo va confiado y seguro de que van a salir las cosas bien. Sigue con chances de salir campeón, nunca lo doy por perdido ni lo saco del campeonato. River es River".