La pandemia de Covid-19 tiene parada la Copa Libertadores desde el pasado 12 de marzo. Ahora, a pesar de que algunos de los países del continente siguen muy afectados por el coronavirus, la Conmebol tiene planeado reanudarla el próximo 15 de septiembre. Lo mismo sucede con la Sudamericana, que regresará cuando se conozcan los equipos que bajan de la Libertadores. Inicialmente, la segunda fase comenzará el 27 de octubre.

La Conmebol anunció una serie de medidas para permitir el desarrollo de los torneos de clubes del continente. Ya la entidad había determinado dar un auxilio financiero para que los equipos se desplacen en vuelos chárter a los partidos y aprobó un “protocolo de concentración sanitaria”, según el cual se autoriza a los miembros de las delegaciones de los clubes visitantes por 72 horas al país donde deberán viajar a jugar, con el fin, únicamente, de estar en el lugar sólo para entrenar y disputar el partido.

También, debido a las dificultades generadas por la detención de los torneos locales, se autorizó que, únicamente por esta edición, un jugador pueda actuar en más de dos clubes en la Libertadores o en la Sudamericana, y también, que aquel que haya cambiado de club pueda volver a representar a su equipo de origen. Los cambios en las nóminas podrán hacerse de inmediato, a pesar de que la fase de grupos de la Libertadores aún está en marcha. Además, se aprobó la regla de los cinco cambios por equipo en cada partido.

En cuanto al arbitraje, se aprobó que haya ternas con jueces de distintos países e, incluso, se abrió la posibilidad de que los partidos sean controlados por árbitros del país local. Para cerrar, la Conmebol buscará evitar que los planteles tengan que realizar cuarentena cada vez que ingresan o regresar al país. Por eso, implementarán unas cápsulas de 72 horas.

¿De qué se tratan estas cápsulas? El equipo visitante sale de su país 72 horas antes del partido con un hisopado negativo de cada jugador. Una vez que llega al país, se realiza un nuevo testeo: si los resultados son negativos, se encierra en burbuja al plantel, juegan el partido y regresan al país de origen una vez disputado el encuentro. Este tedioso proceso evita la cuarentena de 14 días siempre y cuando los ministerios aprueben dicha medida ya que varios lugares del continente está presente el aislamiento obligatorio como protocolo.