El mediocampista, que sólo jugó dos partidos desde que se rompió los ligamentos en 2012, regresó a los entrenamientos junto a sus compañeros y contó cómo fueron los años sin poder jugar al fútbol.
Martín Aguirre jamás va a olvidar el 28 de octubre de 2012. El Gula llevaba poco más de un año en River, tramo en el que se ganó a la gente por su entrega y aparición en los momentos más difíciles. Pero en aquel Superclásico se rompió los ligamentos y comenzó una pesadilla que lleva más de dos años, en los que sólo jugó 2 partidos oficiales.
“Todo empezó en 2012 cuando me rompí los cruzados con Boca. Ramón me vio bien en la pretemporada del verano de 2014. Había terminado jugando (NdeR: disputó 2 partidos en el Torneo Inicial 2013), pero no debí jugar aquel verano”, comenzó.
En declaraciones a América & Closs, Aguirre explicó que a mediados de 2014 se la jugó para volver lo antes posible: “La pretemporada de Miami la hice apretando los dientes con el objetivo de superar el dolor fortaleciendo la pierna y bueno, llegó un momento que tuve como un techo de lo físico y el dolor no lo aguantaba más”.
“Con los médicos dijimos ‘era plata o mierda’, intentamos fortalecer porque uno intenta huir a la cirugía. Estuvimos de acuerdo, fue una apuesta que no salió, perdimos tiempo. Me operé a las dos semanas de volver a Buenos Aires”, agregó.
Para completar un panorama de increíble mala fortuna, estaba listo para comenzar 2015 junto a sus compañeros, pero otra lesión inesperada lo postergó. “En diciembre trabajé hasta el 30, pero se me inflamó la rodilla y en los estudios me salió que tenía una infección. Me dieron antibióticos y bueno, acá estamos, ayer arranqué nuevamente de cero, optimista para lo que viene”, indicó.
Afortunadamente, ya volvió a los trabajos en el campo de juego: “No estoy a la par entrenando, pero compartimos el día a día. Si Dios quiere ya hemos pasado por todo. Me he puesto tantos plazos que opté por ir día a día y festejar cada pequeño paso que doy”.
Por último, aclaró que jamás pensó en retirarse -tiene 33 años-, pero es consciente de que le quedan menos de 6 meses de vínculo con La Banda y que podría tener que irse a otro equipo a mitad de año.
“Yo tengo contrato hasta junio. Dios quiera que pueda dejar una imagen dentro de la cancha. Si me tengo que ir, que sea bien y no con una lesión, estamos trabajando para eso. No tengo dudas en volver, sino ya hubiera tirado la toalla hace rato. Sé que voy a volver, pero desde el tema contractual, me gustaría irme dentro de un campo de juego”, finalizó.



