El 8 de diciembre de 1937, River derrotó a Argentinos Juniors por seis a cero en la cancha de Ferro y se coronó como el campeón en una temporada que fue la de la consolidación definitiva de dos grandes ídolos: José Manuel Moreno y Adolfo Pedernera.
Tras una primera rueda con comienzo dubitativo, River comenzó a enderezar con el correr de las fechas, y logró finalizar la primera parte del torneo al tope de las posiciones, aunque igualado con Boca Juniors, ambos con 27 puntos.
Lo de la segunda vuelta fue sencillamente arrollador, pues ese gran equipazo triunfó en 15 de los 17 partidos, igualando solamente con Racing en el Monumental (un 4-4 electrizante) y cayendo con Huracán, el auténtico verdugo riverplatense ese año, ya que lo derrotó en ambas ruedas.
River peleó el campeonato contra Independiente, que desplazó a Boca en la lucha estéril por desbarrancar a River en su camino hacia el título y el bicampeonato. Un 4-3 impactante contra el Rojo en el Monumental fue decisivo para que River se quedara con un brillante torneo. Vale recordar que ese mismo Independiente se coronaría en los dos años sucesivos como campeón con Arsenio Erico como gran figura.
La consagración fue el miércoles 8 de diciembre ante Argentinos Juniors en Caballito. El resultado fue el fiel reflejo de ese auténtico equipazo. Los seis goles fueron marcados por el Charro Moreno en tres ocasiones, Eladio Vaschetto en dos oportunidades y Carlos Peucelle.
No hubo mejor manera de festejar el título cuatro días después en el Monumental, pues River jugó el clásico contra Boca al que derrotó por 3-2 para delirio de todo el pueblo riverplatense.




