(Incluye video) El 22 de noviembre de 1987 se jugó uno de los clásicos más inolvidables para el hincha de River. El eterno rival ganaba en el Monumental por 2-0, pero River lo dio vuelta de manera espectacular y ganó en un final para el infarto.
No fue bueno el cambio de rumbo que decidió la comisión directiva de River presidida por Hugo Santilli tras el inolvidable 1986. A mediados de 1987 y al comienzo del torneo 87/88 decidió prescindir de los servicios del Bambino Veira y dar un cambio rotundo en el vestuario contratando a Carlos Timoteo Griguol que si bien comenzó bien su trabajo logrando la Copa Interamericana, no pudo conseguir que River volviera a repetir la gloriosa campaña de 1986.
El torneo 87/88 fue una muestra de lo anodino del andar millonario en la época de Griguol. Sin dudas que la mayor alegría vivida por los riverplatenses fue el clásico contra Boca por la 15ta fecha que se disputó el 22 de noviembre, especialmente por la forma en que se dio y la gran cuota de dramatismo desde principio a fin del encuentro.
A los cuatro minutos pudo River ponerse en ventaja gracias a un penal, pero el remate fue desperdiciado por Omar Palma que lo envió a las nubes. Instantes antes del descanso, Jorge Rinaldi puso el 1-0 para los visitantes instalando la incertidumbre en hinchas y jugadores locales.
Si el gol sobre el filo del entretiempo había dejado mal las cosas para River, peor fue cuando el propio Rinaldi marcó el segundo tanto boquense a los siete minutos del segundo tiempo. Antes del cuarto de hora la multitud riverplatense empezó a creer en el milagro cuando un centro de Gordillo fue cabeceado por el uruguayo Jorge Orosmán Da Silva. Tres minutos después, y en una jugada casi calcada pero con Alzamendi y Corti de protagonistas, fue éste último que también de cabeza logró el 2-2.
River buscó una y otra vez lograr el tercer gol, y lo consiguió a falta de tres minutos, cuando tras una combinación entre Morresi y Troglio, el balón le llegó a Da Silva, que de manera impecable cedió de taco a Palma y éste definió en dos tiempos por encima del arquero Genaro, para poner el enorme 3-2 que decretó la locura generalizada del Monumental.
Pero ya en tiempo de descuento, el árbitro Juan Carlos Loustau, quizás empeñado en enseñar a alguno de sus hijos cómo se dirige un superclásico como hincha boquense, le dio un inexistente penal a Boca, alegando una mano de Gordillo. Jorge Comas, verdugo riverplatense en muchas ocasiones, se paró frente a Pumpido, pero envió su remate al infierno. Simplemente fue un acto de justicia y que evitó que el rival pudiera festejar una vez más un empate “a lo Boca”.
Vale recordar la formación de River en un clásico que aún se sigue recordando: Nery Pumpido; Jorge Gordillo, Nelson Gutiérrez, Oscar Ruggeri, Pablo Erbín; Ernesto Corti (Jorge Borelli), Américo Gallego (Claudio Morresi), Pedro Troglio, Omar Palma; Antonio Alzamendi, Jorge Da Silva.
Mirá el video de aquella tarde:
