En medio de un control total del trámite, hubo momentos del duelo ante Barracas en los que River entretuvo demasiado la pelota en lugar de liquidarlo. Por eso, Marcelo Gallardo mostró algunos signos de fastidio que se transformaron en desahogo con el tercer gol, obra de Marcos Acuña.
Sobre el cierre del encuentro, el Huevo recibió por la izquierda, se acomodó unos metros y sacó un zurdazo potente que sentenció el 3-0. El festejo del Muñeco fue con bronca: lo gritó con todo, abrió los brazos y acompañó con un gesto enérgico del puño.
Ya más tranquilo por la clasificación a cuartos de final, Gallardo se fundió en un abrazo con Matías Biscay y tuvieron una charla rápida para acomodar los últimos detalles del equipo. Desahogo total para el DT, que ya tenía la cabeza en el cruce con Platense.
La molestia de Gallardo en conferencia de prensa
Después del triunfo, el Muñeco también tuvo un cruce con un periodista en conferencia. Cuando le preguntaron cómo había logrado cambiarle la cara al equipo, Gallardo respondió con una mezcla de ironía y fastidio: “¿Cómo hice? Magia, je. Para no entrar en el desarrollo de todo… Ya expliqué demasiado en todas las conferencias el proceso… Ahora es magia…”

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La respuesta se completó con una reflexión cargada de sinceridad: “Trabajo, muchachos. Tiempo y convicción. Y acá nada de abatido. Abatido no estuve nunca. La vida es más dura que si no podemos ganar dos o tres partidos seguidos, o si la pelota pega en el palo y se va afuera. Abatido es otra cosa.”

Gallardo se enojó en conferencia.





