Pasó de ser protagonista principal a actor de reparto, al menos en los últimos partidos. Nacho Fernández está lejos de su mejor versión futbolística y por eso en la actualidad quedó relegado en la consideración de Marcelo Gallardo, al menos para ir desde el arranque. El zurdo de 34 años suele ser moneda de cambio en los segundos tiempos pero no termina de influenciar posítivamente en el juego del equipo.

Para encontrar la última titularidad de Nacho hay que remontarnos al 24 de octubre pasado, en el empate 1-1 con Vélez en el Monumental donde disputó 67 minutos. Después de eso no volvió a jugar, en gran parte producto de una lesión muscular, y ahora luchará para volver a pelear por un lugar dentro del once titular, aunque parece difícil.

En medio de eso, al oriundo de Dudignac lo quieren con insistencia de Gimnasia de La Plata, donde dejó un grato recuerdo y es muy querido. El Lobo pretende su regreso en lo inmediato: la dirigencia mantiene contactos fluidos con el propio protagonista y hasta el técnico Marcelo Mendez se refirió públicamente al tema hace algunos partidos.

Nacho Fernández estuvo lejos de tener un buen año y por eso es algo resistido por los hinchas.

Nacho Fernández estuvo lejos de tener un buen año y por eso es algo resistido por los hinchas.

La postura que tomó Nacho Fenrández para su futuro en River

Con contrato hasta el 31 de diciembre de 2025, Nacho le hizo saber a su gente más cercana que tiene la intención de cumplir el vínculo con el Millonario y recién ahí pegar la vuelta a Gimnasia (o escuchar otras ofertas en caso de tenerlas). De esta manera, en el Lobo deberán olvidarse por ahora de su regreso.

Nacho tiene contrato hasta diciembre de 2025 con River y difícilmente lo renueve.

Nacho tiene contrato hasta diciembre de 2025 con River y difícilmente lo renueve.

Tres goles y 12 asistencias, el aporte de Nacho hasta ahora en lo que va del 2024 durante los 2.392 minutos que tuvo en cancha, la gran parte de ellos con Martín Demichelis como técnico. Con el Mundial de Clubes a la vuelta de la esquina, el 26 quiere darse un último gusto de jugar una competencia de semejante envergadura con el Más Grande. Y para eso sabe que deberá mantenerse en ritmo y en competencia porque con Gallardo nadie juega con el apellido.