En las próximas horas Marcos Acuña se transformará en el noveno refuerzo de River, y cuarto desde el regreso de Marcelo Gallardo al club. El Millonario se movió rápido y entre las sombras para abrochar a otro campeón del mundo, pero hubo un par de actores fundamentales que hicieron su parte para convencer al futbolista de la Selección Argentina de llegar.
El primero de ellos es el propio Gallardo, claro está. Un llamado del Muñeco es un arma letal de convencimiento, y más cuando el contexto que lo acompaña es el de un equipo que se está armando para ganar la Copa Libertadores. El entrenador se puso al hombro todas las negociaciones de River, y así como charló personalmente con Pezzella, Bustos y Meza, hizo lo propio con el Huevo.
Germán Pezzella, el gran responsable de la llegada de Marcos Acuña a River
La dirigencia es la que negocia con Sevilla para arreglar los detalles económicos de la compra del pase del oriundo de Zapala de 32 años. Gallardo es quien arma el proyecto y quien por peso propio de su apellido genera una seducción especial para cualquier futbolista. Pero el gran responsable del arribo de Acuña es Pezzella.
El zaguero central, que también llegó en este mercado de pases desde el fútbol español y rápidamente se transformó en el referente del equipo, no solo es compañero de Selección Argentina con el Huevo sino que además son muy amigos. Por eso, desde el momento en el cual surgió la posibilidad, el ex Betis le endulzó el oído al del Sevilla.
Armani también tuvo su cuotita. Más allá de también ser compañero de Selección con Acuña, el Pulpo es el capitán de River. Y como líder del equipo es otro que habría aprovechado para hablar personalmente con el ex Racing y Ferro. No es un detalle menor que el Huevo tenga varias referencias en el Millonario, no solo para concretar su arribo, sino también para acelerar el proceso de adaptación.