Como era de esperarse, Barracas Central vino al Estadio Monumental a refugiarse y a tratar de ensuciar el juego y perder el mayor tiempo posible. Claro está que lo pudo lograr gracias a la permisividad del árbitro Fernando Echenique, que dejó que los futbolistas del visitante se revolcaran en el piso en cada cruce o pelota dividida contra un jugador de River.

Marcelo Gallardo ya se había estado quejando en el primer tiempo y explotó en el complemento, cuando Carlos Sánchez quedó tendido en el piso e hizo que entrara el carrito para atenderlo. Se perdieron varios minutos y el Muñeco lo llamó a Matías Biscay y le pidió que tomara el tiempo.

Biscay sacó su cronómetro y empezó a controlar cuántos minutos se perdieron de juego por la salida de Sánchez a un costado del cambo de juego. Además de eso, Echenique también tuvo algunos fallos polémicos en jugadas pequeñas: faltas no cobradas, córners que no eran y demás cuestiones que enfurecieron a todo Nuñez.

El gesto de Gallardo contra el árbitro Echenique