River venció con autoridad pero también con buen fútbol a Atlético Tucumán. Parece haber surtido efecto la mini pretemporada porque el tiempo de trabajo le dio otra dinámica al equipo de Marcelo Gallardo. Ahora sí tiene el sello del Muñeco, y uno de los aspectos distintivos del triunfo fueron Fabricio Bustos y Marcos Acuña.

Durante su primer ciclo en el Más Grande, Gallardo fue modificando esquemas, nombres y hasta ideas de juego. Pero siempre se mantuvo una tónica: la importancia de los laterales. Por eso, el partidazo de dos de los refuerzos del último mercado de pases es sin dudas una de las mejores noticias del 4-1 ante el Decano.

Acuña estaba más afuera que adentro pero pidió jugar y la rompió toda. Bustos fue uno de los puntos altos de la mini pretemporada y lo ratificó en la noche Monumental. Una asistencia cada uno: el ex Independiente tiró el centro con el que Borja anotó el 2-1, y el Huevo hizo una gran jugada individual para el 3-1 (aunque no fue pase gol porque antes de la definición de Meza conectó Borja).

El partidazo de Bustos y Acuña ante Atlético Tucumán en números

El Huevo disputó 85 minutos. Teniendo en cuenta que venía de jugar por Eliminatorias Sudamericanas con la Selección Argentina, sorprendió su presencia desde el arranque. Y fue un plenazo. Defensivamente no fue gambeteado, ganó 5 de 6 duelos terrestres y 4 de 4 aéreos, mientras que ofensivamente fue siempre un pistón por izquierda. Tanto para desbordar como asociarse. Y dio 5 pases claves. Fue reemplazado por Milton Casco sobre el final.

Fabricio Bustos estuvo sólido en el aspecto defensivo, siendo el mejor de la cancha en recuperaciones con 9. De igual forma, fue el costado elegido por el Decano, por lo que también perdió varios mano a mano. Pero ofensivamente hablando, mostró una vez más todo el criterio que tiene a la hora de pasar al ataque: decisión para centrar, cómo y cuándo hacerlo, y toques distintivos en el circuito colectivo, pese a ser lateral. Erró apenas cuatro pases y fue el más preciso con el 91% de efectividad.