Este miércoles se produjo un evento en la sede de la Liga Profesional de Fútbol que constó por un lado de una charla entre los entrenadores y los capitanes de los 28 clubes de Primera División con los directivos del torneo, y por otro de la inauguración de la Zona de Capitanes, la nueva regla impulsada por FIFA. Matías Biscay y Franco Armani representaron a River. Todos los detalles.
La charla fue organizada por la Dirección Nacional de Arbitraje, organismo que regula al arbitraje argentino comandado por Federico Beligoy. Aseguró que “somos todos iguales, que trabajamos todos por y para el fútbol” y presentó la normativa Solo Capitanes, utilizada en ligas como la inglesa, la española y la brasileña, con el objetivo de “intentar que estas secuencias que afean mucho el fútbol dejen de pasar”.
Además del árbitro, participaron Francisco Duarte, CEO de la Liga Profesional, y Ángel Sánchez, ex árbitro, quien resaltó: “La idea es regular de manera eficiente la relación árbitro-capitán, dejando abierta la posibilidad de que éste interactúe con el juez, siempre dentro de los límites del respeto mutuo. Esto tiene como objetivo evacuar alguna duda sobre lo sancionado y a la vez impedir que otros jugadores lo puedan imitar”. La regla comenzará a regir este fin de semana, en la fecha 14 del torneo.
Las directrices que dio la Liga Profesional sobre la nueva regla de Zona de Capitanes
- Sólo un jugador de cada equipo, normalmente el capitán, podrá aproximarse al árbitro y, cuando lo haga, deberá interactuar con él de manera respetuosa. En caso de que el capitán sea el arquero, podrá designar a un compañero para la misión de dialogar con el juez.
- El árbitro podrá indicar o exhortar a los jugadores (con palabras o gestos) para que no se le acerquen.
- Los capitanes de los equipos tendrán la responsabilidad de colaborar para que sus compañeros no se aproximen al árbitro.
- Se amonestará a los jugadores que se acerquen o rodeen al árbitro cuando no tengan permitido hacerlo.
- Se amonestará a cualquier jugador (incluido el capitán) que muestre desaprobación con palabras o acciones, como también a cualquier integrante del banco de suplentes (cuerpo técnico o jugadores).
- Si lo considera oportuno, el árbitro retrasará la reanudación del partido con el objetivo de conceder tiempo a los capitanes para que expliquen la decisión a sus compañeros, exigirles que se comporten correctamente, etc.
- Se permite la comunicación entre los jugadores y el árbitro, una interacción que se sigue considerando importante (a fin de aumentar la transparencia y evitar posibles frustraciones y conflictos).
- Cuando corresponda, el árbitro explicará las decisiones importantes a los capitanes y a los jugadores involucrados en un incidente.
- Para evitar que los jugadores acosen o rodeen al árbitro en situaciones trascendentales tras incidentes o decisiones fundamentales, el árbitro decidirá si interactúa o permite a otro jugador que no sea el capitán aproximarse a él, por ejemplo si el jugador ha cometido una infracción, ha sufrido una falta o está lesionado.
- Si el jugador designado es sustituido o expulsado, se designará a otro jugador.