River no logró extender el envión anímico positivo que significó la victoria ante Racing por Copa Argentina. En el Gigante de Arroyito, mismo estadio en el que derrotó a La Academia, el Millonario perdió por 2-1 ante Rosario Central con un muy mal arbitraje de Yael Falcón Pérez, quien perjudicó al Más Grande en jugadas fundamentales para decidir el resultado.

El momento de quiebre fue la expulsión de Juan Portillo a los 39 minutos del primer tiempo por doble amarilla tras una falta contra Ángel Di María al borde del área. Anteriormente, el árbitro lo había apercibido por un encontronazo con el ex Real Madrid, quien previamente le arrojó una patada sin recibir la sanción correspondiente. Para colmo, en la previa de esa acción hubo una falta no cobrada contra Marcos Acuña.

Posteriormente, ya en el segundo tiempo, Falcón Pérez se reiteró en pitarle faltas a Rosario Central por acciones ínfimas e incluso favoreció al conjunto local en acciones muy claras en favor de River, tal como un lateral en 3/4 de campo adversario. Así también sucedió con otras jugadas menores.

Falcón Pérez se reiteró en cobrarle faltas ínfimas a Rosario Central y solo dio cuatro minutos de tiempo adicionado en el segundo tiempo. (Getty Images)

Finalmente, coronó su pésima actuación con un tiempo adicionado irrisorio en el fútbol actual. Pese a que se realizaron cuatro cambios por lado y que el equipo rosarino aprovechó para gastar la mayor cantidad de tiempo posible en cada interrupción, apenas dio cuatro minutos.

El gesto de Gallardo a Falcón Pérez

Con respecto a esto último, Marcelo Gallardo expresó su indignación ante los cuatro minutos de tiempo adicionado con un gesto contundente. El Muñeco se frotó sus manos como dándole a entender al árbitro que había evitado dar lo que correspondía de agregado, aunque al término del partido se quedó al borde del campo de juego sin dirigirse hasta donde se encontraba el juez para pedirle explicaciones por lo realizado en el Gigante de Arroyito.

De esta manera, el balance de River con Falcón Pérez como árbitro es de ocho victorias, siete empates (con dos caídas por penales) y cinco derrotas. Además, acumula una racha negativa de cuatro partidos sin victorias con su presencia en el campo de juego.