El partido aún no había comenzado y los equipos recién salían a la cancha. En conjunto, River y Boca saltaron al campo de juego caminando en fila. Todos los futbolistas mostraron semblantes serios, a excepción de uno: Gonzalo Martínez. ¿Qué hizo el Pity?

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Mirándolos con una sonrisa y sacando fotografías mentales a cada uno de los espacios de La Bombonera, el Pity observó de manera desafiante a todos los hinchas del eterno rival. Su presencia para ellos no es menor: en los partidos anteriores, el mendocino les marcó dos golazos que sirvieron para obtener la victoria.

Esta vez, Pity también culminó un buen partido. Si bien no marcó tantos, tuvo un remate de volea (sí, uno más en La Boca) y alternó grandes apariciones en el juego colectivo de River.