Eran los últimos minutos de la primera final. Se jugaba el epílogo del encuentro y Boca intentaba llegar al tercer gol en La Bombonera tras el empate de River gracias a un gol en contra de Carlos Izquierdoz. Fue entonces cuando Carlos Tévez se iba de contragolpe, Jonatan Maidana no alcanzó a marcarlo y le dio la pelota a Darío Benedetto que quedó solo frente al arco… Y apareció él: Franco Armani.
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El arquero de River se hizo gigante ante el delantero de Boca y tapó el mano a mano que podría haber determinado un resultado favorable para ellos.
Con este resultado, y gracias a Armani, La Banda necesita ganar por cualquier diferencia en el Monumental para lograr alcanzar la conquista de América y quedarse con la Copa Libertadores.