La dirigencia de River quiere que Marcelo Gallardo sea el nuevo entrenador de River. No hay plan B, plan C ni plan D. El Muñeco, por su momento anímico, personal y familiar, quiere quedarse en el país y qué mejor que dirigiendo al Más Grande. Las dos partes quieren y se necesitan. ¿Qué falta entonces para el regreso del DT más ganador de la historia del Millo?

El trazo grueso está acordado desde hace varios días. La idea es que Marcelo Gallardo desembarque con todo su cuerpo técnico y un esquema de trabajo similar al que tuvo durante los ocho años y medio de conducción. También están de acuerdo en la duración del contrato: por un año y medio, hasta el final de la gestión de Jorge Brito, a la espera de lo que suceda en las próximas elecciones. Las primeras reuniones, en ese sentido, fueron muy positivas.

¿Qué falta para el regreso de Marcelo Gallardo a River?

Ajustar algunos detalles que hacen a letra chica del contrato. Que no tiene que ver con lo formal ni con lo económico, sino con la definición de algunos roles y la conformación de una estructura que atraviesa todo el fútbol de River. Van a haber cambios, como sucede cada vez que se termina un ciclo y comienza otro. Y hay cuestiones que llevan tiempo, más allá de la buena voluntad de ambas partes para sellar el acuerdo.

Marcelo Gallardo es un entrenador que no deja detalles librados al azar. Que antepone los proyectos por delante de los nombres particulares. Y que para asumir necesita que todos los planetas estén alineados. Por eso, los plazos se fueron estirando y se prevé que el regreso del Muñeco a River quede sellado cerca del fin de semana.

Las partes también consensuaron que Marcelo Escudero sea el encargado de llevar adelante las prácticas de lo que resta de la semana. También se hará cargo de la dirección técnica del equipo el próximo domingo, cuando River visite a Unión en Santa Fe. Hay optimismo. Hay que esperar un poco más. Hay fe. Hay con qué creer.