La pelota pesaba mucho. Había nervios y tensión máxima bajo la intensa lluvia de Porto Alegre el 30 de octubre de 2018. Pero a Gonzalo Martínez no le temblaron las piernas y transformó en gol el penal por mano de Bresan ante Ignacio Scocco para que River venciera 2-1 a Gremio y lograra la clasificación a la final de la Copa Libertadores.

El protagonista ese gol inolvidable se hizo cargo de la ejecución luego de una circunstancia que era desconocida hasta hoy: estaba por hacer efectivo un tiro de esquina cuando recibió el llamado de una persona cercana, pero ajena al plantel y el cuerpo técnico de River. Alguien que estaba cerca del banderín porque ésa era su zona asignada.

¿Qué detuvo al Pity? “Nunca me enteré del penal. Yo estaba en el córner para patear. Él que me dijo fue Marcelo Benedetto: ‘No te apures, parece que es penal’”, le avisó el periodista de la transmisión de Fox Sports. Tras recibir el llamado desde el VAR, el árbitro uruguayo Andrés Cunha se acercó al monitor, conversó con los jueces, debatió, dio la vuelta y señaló la pena máxima mientras el relator Mariano Closs inmortalizaba su narración: “¡Penal para River aquí en Porto Alegre!”.

Por supuesto que después llegó el momento de afrontar las dificultades. “Me decían brujerías, gualichos, me pisaban el punto del penal”, recordó Martínez, en declaraciones a Súper Mitre Deportivo, por AM 790. Y agregó: “El gol de Madrid no fue el más importante de mi carrera. Fue el gol de penal contra Gremio porque no estaba jugando y entré a desequilibrar”.

Pity festejó con Enzo Pérez mientras 4.000 hinchas gritaban el gol. (FOTO: Getty)

Aquella noche en el sur de Brasil no tuvo al número 10 entre los protagonistas iniciales. Sorprendió a propios y extraños, pero él ya estaba enterado. “Ese día, a las cinco de la tarde, Gallardo me llamó y me explicó un par de cosas que no te puedo contar, pero me dijo que necesitaba un jugador picante en el banco para desequilibrar el partido y justo se le dio todo. Es un genio”, confesó el actual jugador de Atlanta United.