“Los hermanos sean unidos porque esa es la ley primera”, reza uno de los versos del Gaucho Martín Fierro, obra cumbre de José Hernández. Una frase que sirve para ilustrar a la perfección el vínculo que existe entre Leandro y Felipe, los hermanos Peña Biafore, protagonistas de otra jornada inolvidable.
La imagen del domingo por la tarde fue el gol de Leandro Peña en el superclásico de Reserva. El único tanto del partido y el que le dio a River no solo la victoria, sino también la clasificación a los cuartos de final de la Copa Proyección. Y una nueva eliminación contra el clásico rival, claro está. Pero hubo un trasfondo íntimo y familiar que mucho tuvo que ver con la alegría superclásica.
Tras el encuentro en el River Camp, Leandro Peña Biafore salió disparado desde el vestuario local para encontrarse con los suyos. Estaba en una pierna, porque terminó con una fuerte contractura en un gemelo, pero poco le importó. Allí estaban sus padres, su hermana, sus amigos. Y Felipe, claro está. Cumpliendo la ley primera. Se fundió con todos ellos en un fuerte abrazo. Y emocionó a todos.
La revelación de Leandro Peña Biafore después del superclásico de Reserva
Unos minutos más tarde, ya bañado y con las pulsaciones un poco más tranquilas, Leandro Peña Biafore habló en ronda de prensa y reveló un detalle que hasta el momento solo una persona conocía: “Hoy usé los botines de mi hermano. Él venía haciendo goles, así que en la semana me dijo ‘si querés te los presto, que estos vienen con goles’. Por eso cuando festejaba el gol me señalaba los botines, me los dejó prendido fuego”, reconoció el defensor.
Al ser consultado por quién será el dueño de esos botines de ahora en adelante, el menor de los Peña Biafore bromeó: “Ahora va a ser jodido”, respondió entre risas. “Él tiene más goles, yo soy más chico, así que el derecho de piso lo voy a tener que sufrir yo”, cerró el héroe de la jornada superclásica.