River está jugando un mal partido ante Monterrey de México y todavía no se puede ver la mejor versión, que apareció en el primer semestre de 2023 y por momentos en el segundo. Eso sí: hay una importante novedad táctica que es el mayor involucramiento de los futbolistas a la hora de presionar, y hacerlo en la zona alta de la cancha. Esto fue por un cambio de esquema de Martín Demichelis en el once innicial.
El equipo se paró con un 4-1-3-2 y esto equivale a incorporar dos puntas en vez de un único delantero, y tres volantes ofensivos por detrás. Por ende, se permite la deseada presión alta al acumular más jugadores a lo ancho en el último cuarto del terreno. Ruberto ha cumplido una tarea muy desgastante, tal cuál nos tenía acostumbrado (salvando las distancias).
La formación inicial del partido fue Franco Armani; Santiago Simón, Paulo Díaz, David Martínez, Enzo Díaz; Matías Kranveitter; Ignacio Fernández, Esequiel Barco, Manuel Lanzini; Facundo Colidio y Agustín Ruberto. Analizando eso, el único mediocampista bien posicional era en efecto Kranevitter, mientras que los demás podían moverse por distintos sectores de la cancha.