Se lo ganó. Parecía imposible que alguien pudiera ensamblarse tan rápido a la era posta Marcelo Gallardo, pero él tenía planes diferentes. Martín Demichelis, a base de trabajo, sacrificio y sobre todo sabiduría, construyó en seis meses un equipo temible que ganó de punta a punta el campeonato de la Liga Profesional. Y esta noche, después de ganarle 3-1 a Estudiantes, el DT tocó el cielo con las manos por primera vez desde su llegada al Millonario.
En una noche que en la previa prometía ser emotiva, Micho se llevó las miradas de todos por la manera tan transparente que tuvo de vivir el partido. Puño cerrado en cada uno de los goles y mucha emoción en los minutos finales, cuando los jugadores comenzaban a festejar a un costado y bajaba de la tribuna “Que de la mano, de Demichelis…”.
Demichelis no pudo sostener la emoción y largó unas cuántas lágrimas al tomar noción de lo que consiguió. Tras el pitazo final, se fundió en un hermoso abrazo con su cuerpo técnico y luego con el presidente Jorge Brito, quien al oído le dijo “Todo tuyo, todo tuyo“. No fue una decisión fácil la de dejar Alemania para asumir este gran desafío. Y Demichelis lo hizo.