Leandro Vega no pudo consolidarse en River y por eso tuvo que irse a préstamo a Newell’s Old Boys, San Martín (San Juan) y Emelec, donde logró asentarse. El club ecuatoriano hizo uso de la opción de compra establecida en US$ 1.140.000 por el marcador central, quien se ganó la titularidad y ahora atraviesa una situación de incertidumbre en Guayaquil.
Ecuador sufrió con fuerza el brote de coronavirus en el norte. Decenas de muertes, hospitales colapsados y servicios fúnebres que no dan abasto. Eso produjo que varios cadáveres aparecieran en distintas veredas e incluso el asfalto, una circustancia tan extrema como dramática que a Vega lo toca desde cerca.
Vega lleva 62 partidos oficiales en Emelec, con 5 goles
“Las imágenes son reales. Dejan a las personas muertas en la calle, en las veredas, en las casas. No los van a buscar y los queman. Es muy jodido lo que está pasando”, ratificó el Indio, en diálogo con Clarín. Y agregó: “No quieren levantar los muertos de las calles. No se puede creer lo que se ve, estamos sufriendo, es terrible”.
Además de observar el horror con cercanía, el defensor de 23 años también conoce a una persona que padece COVID-19. “Tenemos miedo, sí. Y me da más miedo porque estuve trabajando con un kinesiólogo que venía a casa a ayudarme con la recuperación de mi lesión y ahora está infectado“, confesó.
Semejante preocupación permanece latente en la familia de Vega, cuya esposa e hijas también viven en Guayaquil. “Hace una semana y media el kinesiólogo dejó de venir porque empezó con los síntomas y hace tres días le dio positivo el test. Entonces, uno no sabe cuándo puede llegar el virus. Da miedo”, manifestó.
“Estoy asustado porque él venía a casa y no sé si nos trasladó el virus o no. Nosotros, por ahora, no tenemos síntomas y tratamos de hacer las cosas bien en cuanto a la higiene, a tomar las vitaminas correspondientes. La única que sale de casa es mi mujer, pero de vez en cuando para comprar comida. Yo no puedo salir por una lesión y, si necesito remedios, les pedimos a los médicos del club y te los envían de alguna manera”, explicó el zaguerro.
Luis Zambrano es el kinesiólogo en cuestión. Vega se mantuvo al tanto de su evolución: “Él ahora está en su casa porque no hay cama en los hospitales para que puedan internarlo. Hablé hacé dos días y me dijo que estaba mejor, pero venía de un par de días complicados, le costaba respirar“.
Con residencia en una zona medianamente exclusiva ubicada en las afuera de Guayaquil, Vega está atento a las noticias. Preocupado por la crisis sanitaria que sufre Ecuador, sabe que la mejor manera de prevenirse es quedarse en su casa.