Esequiel Barco es uno de los tantísimos casos que existen en el futbol argentino que emigran al exterior siendo muy jóvenes y en pleno auge, con apenas 19 años y a una liga todavía en expansión como la MLS. El mediocampista oriundo de Villa Gobernador Gálvez, Santa Fe, también forma parte de la rara excepción de aquellos protagonistas que regresan a temprana a edad, todavía con mucho recorrido por delante y con la intención de quedarse a jugar varias temporadas en el país, como sucedió con su llegada a River con apenas 23 años y dos años de contrato, que puede extenderse por un tiempo más.
Luego de transitar un período de adaptación y de no encontrar su mejor nivel, Esequiel Barco comenzó este 2023 con expectativas renovadas y también un nuevo lugar en el campo de juego. Si Marcelo Gallardo había optado por utilizarlo en su puesto natural de extremo por la banda izquierda, Martín Demichelis visualizó que podía causar daño jugando más por adentro. Y los resultados están a la vista: el ex Independiente viene siendo una de las grandes figuras del equipo, se amigó con el gol pero además de las buenas decisiones. El ejemplo más claro es el gol de Pablo Solari frente a Newell’s, en el que tenía un remate por encima del arquero pero prefirió habilitar a su compañero mejor ubicado para definir.
Este domingo a las 20:30 horas el Millonario recibirá a Independiente en un Monumental repleto y un clásico siempre especial. Para Esequiel Barco tampoco será un partido más: si bien comenzó a dar sus primeros pasos en CAJU (Club Atlético Juventud Unida) y luego en la Asociación Atlética Jorge Griffa de Rosario, culminó su etapa formativa en Independiente, donde llegó con 16 años y debutó en Primera División cuando recién tenía 17, de la mano del entrenador Gabriel Milito. Hoy enfrentará nuevamente al club que le dio la chance de pegar ese salto al fútbol profesional.
Más allá que Esequiel Barco no estuvo demasiado tiempo en Independiente, en el 2017 tuvo una participación decisiva para que el equipo dirigido por Ariel Holan volviera a sumar una vuelta olímpica en el terreno internacional. El Rojo se consagró campeón de la Copa Sudamericana y superó nada más y nada menos que al Flamengo en la final. En el encuentro de ida los de Avellaneda ganaron 2 a 1 con goles de Emanuel Gigliotti y Maxi Meza, pero lo mejor de Barco se vio en el partido de vuelta disputado en el Maracaná. El elenco carioca se puso en ventaja a través de Lucas Paquetá, pero Independiente tuvo un penal a favor y Esequiel se hizo cargo. Con apenas 18 años, fue la gran figura de ese equipo ganador.
Los hinchas de Independiente lo recibieron con indiferencia y frialdad en el último encuentro que disputó River en Avellaneda. Algunos lo aplaudieron, otros lo reprobaron, pero la gran mayoría no tomó partido ni por un extremo ni por el otro. Esta tarde en el Monumental, el panorama será bien distinto: habrá casi 83.200 almas que alentarán y reconocerán el gran momento que viene atravesando, como sucedió el último miércoles en la victoria frente a Sporting Cristal, que se fue ovacionado de la cancha luego de anotar dos goles (el primero finalmente se lo dieron a Lucas Beltrán por un rebote en su pie) y está cada vez más asentado con la banda roja en el pecho. ¿Habrá “Ley del Ex”?