Ni Conmebol, ni los organismos de seguridad, ni tampoco Boca pensaron en la gente de River. El partido estaba pactado para el domingo a las 17 y apenas 3 horas antes del inicio se decidió comunicar que no iba a jugarse.

La responsabilidad de Conmebol es fundamental, contemplando la poca previsión para este tipo de eventualidades deberían haber tomado cartas en el asunto ayer sábado y no provocar que otra vez más de 60 mil personas se movilicen a la cancha de River.

Los organismos de seguridad, víctimas de las indecisiones también, demoraron el ingreso de los hinchas de River media hora, provocando tumultos y largas esperas. Cuando finalmente se decidió habilitar los accesos, llegó el mensaje de Alejandro Domínguez con la postergación.

Boca traicionó a su propio presidente y elevó un comunicado a Conmebolapenas 5 horas previas al partido. ¿Por qué no hicieron el reclamo ayer? Miles de hinchas de Rivernecesitan mucho tiempo para poder trasladarse hasta el estadio, sobre todo aquellos que viajaron desde el exterior e interior del país.

Otra vez no pensaron en los hinchas de River. Incluso el club había emitido un comunicado diez minutos antes de la postergación confirmando que el partido se jugaba, pero Conmeboldecidió sobre la hora decir que no.