River tuvo una pena máxima oficial como visitante luego de casi 28 meses y, al igual que la anterior, concluyó en gol.
Tan sólo corrían seis minutos del primer tiempo cuando Nicolás Bertolo fue derribado en el área de enfrente, sobre el costado izquierdo. El japonés Ryuji Sato, cerca de la acción en la que sucedió la infracción, no dudó e inmediatamente sancionó el punto penal.
Ese cobro por parte del juez le puso punto final a una racha de 58 partidos oficiales en condición de visitante sin que River tuviera una pena máxima a favor. Una eternidad. ¿El anterior? Domingo 21 de abril de 2013, cuando Manuel Lanzini marcó ante Godoy Cruz.
Creer o reventar, River tuvo un penal fuera de casa a unos 18.000 kilómetros de Buenos Aires. En la ocasión pasada, paradójicamente, la falta estuvo mal sancionada por Néstor Pitana, debido a que Carlos Luna fue derribado fuera del área. Hoy hubo acierto. Y justicia.
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