Sobre final del primer tiempo, Messi bajó la pelota con la mano y puso en ventaja a Barcelona en la final del Mundial de Clubes. En la segunda parte, Suárez marcó por duplicado y sentenció el resultado.

El Más Grande estaba bien, compacto en todas sus líneas y jugando un gran partido. Incluso el conjunto de Marcelo Gallardo tuvo la oportunidad de concretar luego de varios disparos de media distancia.

Sin embargo, cuando concluía la primera etapa, Lionel Messi convirtió un gol ilegítimo tras bajar el balón con su brazo derecho y definir de tres dedos al segundo palo. Una mano que está fuera de discusión, teniendo en cuenta que fue totalmente intencional y cambió el rumbo de la pelota. Por su parte, el arbitro iraní jamás se percató de esta ilegalidad y dio el tanto como válido, quitándole la ilusión a River de consagrarse campeón del planeta.

Ya en la segunda parte, Luis Suárez aprovechó la flaqueza defensiva del Millonario y anotó dos goles en menos de 10 minutos. Lo cierto es que el campeón de América dejó la vida en cada pelota, pero esto no le alcanzó para tanta figura catalana. Orgullosos de este equipo.