Un día como hoy, pero de 1997, el Millonario perdía 3 a 0 en casa ante Boca en tan solo treinta minutos. Pero en una ráfaga de fútbol y carácter, el equipo dirigido por Ramón Díaz empató el encuentro sobre el final con un gol de Celso Ayala que quedará inmortalizado en la retina de cada hincha.
Los Superclásicos suelen ser inolvidables. Fundamentalmente cuando el Más Grande se queda con una victoria en el estadio Antonio Vespucio Liberti o cuando le toca ganar en el Alberto J. Armando, algo que no consigue desde hace diez años.
Sin embargo, la tarde del 23 de marzo de 1997, River empató con Boca en el Monumental, pero se vivió casi como una victoria. En años fructíferos para La Banda, el equipo de Ramón Díaz recibió al histórico rival en casa y en treinta minutos perdía 3 a 0, en lo que parecía que se convertiría en una goleada histórica para los primos.
Pero en el complemento llegó una remontada inolvidable. Berti marcó el descuento otorgando aire y esperanza al público presente y a las miles de personas que miraban desde su casa o escuchaban por la radio. Villalba anotó el 2-3 y dio lugar a que el equipo se ilusionara y vaya por la igualdad.
Y en un centro desde la izquierda. Celso Ayala con un contundente cabezazo consiguió la hazaña para el festejo desencajado de todo el Monumental. Una tarde única e irrepetible que quedó grabada para siempre en la historia de los Superclásicos.
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