(Incluye videos) Alrededor de 65.000 hinchas alentaron a River y, lejos de expresar bronca por el resultado, destacaron los títulos obtenidos.

Siempre duele perder un Superclásico, sobre todo cuando es de carácter oficial y aun más en el Monumental. Sin embargo, la mayor alegría es para la gente de River en el 2015 e incluso durante el 2014. Este año la conquista de Carlos Sánchez fue la única frente al eterno rival. Poco, es cierto, pero suficiente para que la felicidad haya sido máxima tanto en ese momento como con los éxitos posteriores.

Entonces, dada la circunstancia deportiva de un Superclásico, hubo una bienvenida acorde al campeón de América. Tal vez les generó una sana envidia a quienes viajaban en un avión que pasó por encima del Monumental en ese preciso instante, a las 18.11, cuando el equipo que dirige Marcelo Gallardo salió al campo y se escuchó el tradicional “River, mi buen amigo“, seguido por un “dale, campeón”. Por supuesto que, como ya es habitual, apareció la ovación al técnico (“Muñeeecooo, Muñeeecooo”), a esta altura uno de los ídolos del club.

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Para alimentar tanta efervescencia, la lesión de Fernando Gago al principio potenció un inolvidable “boronbombón, boronbombón, el que no salta, abandonó”. Luego llegó el nerviosismo lógico por lo que representa un River-Boca y la preocupación a partir del gol, así como una serie de llegadas visitantes con espacios. Hubo aplausos en el primer cambio, debido a que se reconoció el esfuerzo de Leonardo Ponzio y la calidad de Lucho González.

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Las chances que hubo en el inicio del complemento causaron una inyección anímica mientras sonaba “yo quiero mi cajón pintado rojo y blanco como mi corazón”. Pero más allá del apoyo permanente y la esperanza de alcanzar el empate, esta vez fue insuficiente la producción ofensiva. A pesar del 0-1, la despedida fue recordándole la cobardía del 14 de mayo a varios jugadores visitantes (“el que no salta, abandonó” y “tiraste gas, abandonaste”) y con un grito bien fuerte, dejando en claro qué vale más: “Dale, campeón, dale, campeón”.

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