Desde la temporada 1989 que River y Boca no concluían dos superclásicos consecutivos por torneos locales en empates sin goles. Fue por la Liguilla Pre Libertadores, en una serie en la que el Millonario finalmente dejó afuera al rival de toda la vida.
Domingo 6 de marzo de 2016. Por la sexta fecha del Torneo de Transición, en un Monumental repleto, River fue mucho más que Boca. Dispuso de las chances más claras en los pies de Mercado, Mora y Alonso, pero terminó pagando caro su falta de puntería y el clásico finalizó sin alegrías.
Cuarenta y nueve días después la historia se repitió en la Bombonera. El Millonario no aprovechó el hombre de más que tuvo durante 77 minutos por la expulsión de Pablo Pérez, careció de audacia para ir a buscar el triunfo y el 0 volvió a ser el gran protagonista de la tarde.
Dos superclásicos consecutivos sin goles para ninguno de los dos equipos era algo que no ocurría desde 1989, por la Liguilla Pre Libertadores. El 19 de julio de aquel año, primero empataron 0 a 0 en Núñez y cinco días más tarde lo hicieron en La Boca. El 27 jugaron un partido desempate por un lugar en la final ante San Lorenzo, y El Más Grande se impuso 2 a 1 con goles de José Tiburcio Serrizuela y de Ramón Centurión, eliminando al Xeneize.
Más allá de la estadística histórica, un dato que debería preocupar es que River lleva 373 minutos sin poder marcarle a los de azul y amarillo por campeonatos locales. ¿El último grito? Germán Pezzella, el 5 de octubre de 2014.
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