Los marcadores de punta de River fueron protagonistas en el 2-2 ante Atlético Tucumán. Claves en ataque, sufrieron demasiado en defensa. Gallardo dispuso un 4-3-1-2 frente al Decano.

Por naturaleza, los laterales primero deben ser eficientes en defensa y luego hacer un aporte ofensivo. Sin embargo, en River es al revés. Para Marcelo Gallardo ambos marcadores de punta son indispensables a la hora de abrir la cancha y profundizar en cada avance, al punto que sus dirigidos terminan custodiando la última línea con tres hombres: los dos zagueros y el mediocampista de contención.

Con mayoría de suplentes, teniendo en cuenta que los próximos dos partidos serán ante Atlanta, por los cuartos de final de la Copa Argentina, y Lanús, el martes 24 de octubre, Marcelo Gallardo dispuso un 4-3-1-2. A excepción de los laterales, todos son alternativas en el equipo habitual del Más Grande. Justamente los marcadores de punta fueron protagonistas fundamentales del encuentro por sus intervenciones.

Aunque el punto de partida original fue desde atrás, la presión alta ejercida por el Millonario provocó que Moreira -sorpresivamente, una de sus funciones en la pelota parada a favor fue ir al área, extraño porque siempre queda en tres cuartos para cortar un posible contraataque- y Casco prácticamente se desempeñaran como extremos. A nivel ofensivo sirvió y eso se vio reflejado en el 1-0 parcial: el paraguayo envió el centro rasante que Milton Casco resolvió luego de que Nicolás de La Cruz no pudiera conectar.

Moreira fue muy agresivo e incisivo en sus proyecciones, al igual que Casco. Todo lo bueno que mostraron arriba no se vio reflejado abajo: sin culpa en el descuento de Luis Rodríguez, ambos tuvieron cuota de responsabilidad en el gol del 2-2. El guaraní por no cerrar a Ismael Blanco en esa zona donde el lateral derecho debe ir al cruce cuando la pelota llega desde el otro costado, mientras que Milton fue gambeteado por David Barbona, el asistidor de turno.

Más allá del esquema inicial, River por momentos tuvo un 3-4-1-2, a raíz de las mencionadas proyecciones de sus laterales, y terminó con un 4-3-2-1 debido a que Gonzalo Martínez e Ignacio Fernández entraron por De La Cruz y Rafael Borré, respectivamente. Además, en el afán por nuevamente ponerse en ventaja, Gallardo metió a Ignacio Scocco en reemplazo de un Exequiel Palacios cansado, según explicó el DT en conferencia de prensa. Esta vez, Nacho no tuvo oportunidades para rematar y el encuentro finalizó empatado.

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