Damián Álvarez estará otra vez en la vereda de enfrente. Aquella noche que Tigres recibió al Más Grande por la fase de grupos, el ex-River convirtió y no quiso gritarlo. Hoy, en la gran final, le tira flores al Millonario.

Surgido en las inferiores de River, Álvarez se consagró en el fútbol mexicano. Primero en Morelia, luego en Pachuca y ahora en TIgres, el mediocampista se ganó el amor de la “afición”, como le dicen en tierras aztecas.

Pero el amor por La Banda nunca se le pasó. Profesional hasta la médula, abogó siempre por el bien de su club. Convirtió en México un gol que podía eliminar a River tempranamente de la Copa, y no lo gritó. No pudo.

Hoy, otra vez cara a cara con su primer amor. Y Damián no puede evitar hablar de River con el afecto que nos caracteriza a todos los hinchas: “Se hizo muy fuerte después de todo lo que pasó y cómo clasificó a octavos. Para escoger, había muchos equipos, pero me quedó con el que nos tocó y bien merecido lo tiene“.

Ante la lesión de Javier Aquino, Álvarez será titular esta noche y no la tendrá fácil. Por el nivel del rival, y por quién es. River Plate, el club que lo vio nacer.

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