A pocos días de ganar la medalla de Oro en los Juegos Panamericanos, el tenista Facundo Bagnis habló en exclusiva con La Página Millonaria y nos contó de su fanatismo por River. El santafesino sigue al Más Grande desde todos los países donde le toca competir y no le pierde pisada al Más Grande.

“En medio del partido le pedí a un periodista que me cantara cómo íbamos con Guaraní, y con una tablet pude espiar un rato. Fue una semana perfecta”, afirma desde su humildad el flamante medallista de oro en Toronto en medio de la nota, y nos demuestra con cada respuesta que el fanatismo por La Banda no cambia, ni con el tiempo, ni con los logros deportivos personales.

El oriundo de Armstrong consiguió la sexta dorada para la delegación nacional, y en medio de las repercusiones por esta conquista, dialogó con La Página Millonaria sobre su amor por El Más Grande.

– ¿Cómo nace tu fanatismo por River?

– Soy fanático como toda mi familia, mi papá y mi abuelo son muy hinchas de River. Mi primer partido en una cancha fue con cinco años, un Argentina contra Uruguay, en el Monumental. La segunda vez vi a Enzo en el estadio de Rosario Central hacer su gol número 100. Hoy soy socio y abonado, siempre que estoy en Buenos Aires voy, somos el mismo grupo de amigos y familia, vamos todos a la Sivori. Ellos vienen desde Armstrong, nuestro pueblo en Santa Fe, y yo soy el encargado desde Buenos Aires de hacer todos los trámites.

– ¿Es difícil la pasión a la distancia cuando te toca viajar?

– Por suerte ahora es súper fácil ver los partidos de campeonato, estoy siempre con mi tablet conectado al tv, donde sea. En Sudamérica los pasan hasta por televisión. Se complica cuando viajo a Europa por la diferencia horaria, sobre todo cuando me toca jugar al día siguiente. Una anécdota que me acuerdo es una vez que llamé a mi familia por Skype, con webcam, mientras ellos apuntaban al televisor para relatarme y no perdermeló. Me he quedado tarde en lugares, pasillos o bares donde funciona mejor el wifi.

– En los Juegos Panamericanos de Toronto, se juntaron dos grandes alegrías: Ganó River y te volviste con dos medallas para Argentina. ¿Cómo fueron esos días?

– Fue increíble porque el sábado anterior, con Temperley, me llevé la tablet al club y con Guaraní jugaban 8 de la noche, pero yo estaba sobrado de tiempo. Llovió todo el día, se atrasó mi singles y entré a jugar el dobles cuando faltaban cuarenta minutos para que empezara el partido de River. Terminando el 1er set se largó a llover muy fuerte. Pedí una computadora en medio de mi partido y me vi todo el primer tiempo hasta que me mandaron de nuevo a la cancha.
Después del peloteo de calentamiento, me avisa un periodista que estaba siguiendo a River que habíamos hecho el primero. Al salir me dieron la noticia del 2 a 0. Además, habíamos ganado nosotros también el dobles representando a Argentina, el día fue perfecto.
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– ¿Y ahora lo ves con chances para la vuelta?

– Para clasificar lo veo muy bien. También hubiera tenido fe en el caso de que no hubiese sacado un resultado tan bueno. Es un equipo que en las malas sacó lo mejor y se hizo muy fuerte. Es lo que más me gusta y admiro de ellos.

– ¿Tenés contacto con algún jugador del plantel?

– Recibí las felicitaciones de parte de Leo Ponzio cuando gané, es de una ciudad cercana a mi pueblo y encima mi hermana es fanática de él, así que estuvimos en contacto varias veces por saludos de cumpleaños y esas cosas que me tocan como hermano mayor en Buenos Aires, ja. Cavenaghi sigue mucho el tenis porque le encanta y también estuvo cerca, para mí es un orgullo sentir el cariño y reconocimiento de jugadores de mi club.

– ¿Sos cabulero, hiciste alguna promesa?

– La semana pasada dije que si ganaba la medalla de oro no iba a seguir la vuelta en Paraguay. Va a ser muy, muy difícil de cumplir. Pero como juega a las 2 am de Europa, sería muy tarde en el caso de que me toque jugar al día siguiente.

– Por último, ¿cómo ves el trabajo de tenis en el club?

– Tengo buen vínculo con la gente de la actividad en River y una excelente relación con Daniel Palito Fidalgo, una persona que le hace muy bien al tenis. Ahora está ayudando a la Asociación Argentina de Tenis desde muy cerca. También es él quien organiza todos los torneos de primera de mujeres, le da la posibilidad al tenis femenino que necesita una gran ayuda.

Así, el medallista panamericano pintó de cuerpo entero su fanatismo por el Millo y cerró contándonos la gran contradicción que tiene si el equipo de Gallardo llega a la ansiada final de la Copa: “La única chance que tengo de llegar al Monumental es que accedamos a la final y toque definir de local el segundo partido, siempre y cuando no me vaya tan bien en mi último torneo. Se mezcla mi pasión por ver a River y las ganas de avanzar en lo que tengo que jugar yo”.

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