Llegan Ramiro Funes Mori y Erik Lamela para jugar con la Selección y le tiran buenas vibras al equipode Muñeco, con el corazón del hincha a flor de piel.CarlitosSánchez desde México se sacauna foto junto a su mujer con la camiseta de Riverpuesta previo a las finales. Sale Mammanay le sale del almaque “daría cualquier cosa por jugar la final”, mientras desnuda su semblante a pura emoción.

Aparece el gran Gabriel Mercado a decir en una nota que les gritó el gol de Pratto a sus compañeros de Sevilla, que lo habían picanteadocuando Ábilapuso el 1-0. Salta Teo a chicanearen un micrófono y a expresar abiertamente su deseo de ver a muchos de sus excompañeroslevantando otra Libertadores.

YDriussi, KranevitteryLanzini subena sus redes sociales historias haciéndole el aguante a River en la Bombonera.Y salta Ocamposgritando un gol nuestro a la distancia en su Instagram. Y la dupla Cave-Chori, que obviamente no podían faltar, siempre contagiando optimismo y apoyo extremo con algún mensaje de aliento incondicional.

Obviamente que el vuelo futbolístico de los equiposde los últimos años ha sido muy alto para conseguir tamaña cantidad de logros, pero el factor más determinante y vitalfue la unión permanente de cada uno de los vestuarios. En cada entrenamiento. En cada concentración. Todos los días fue poner un granito de arena para que la armonía nunca se destruya. Para que sólo se hable de fútbol en los medios de comunicación. Y conseguir eso durante tanto tiempo es algo maravilloso.

Maidana, Ponzio y Mora han sido los líderes y los máximos sobrevivientes, y a lo largo del tiempo han sabido formar parte de variosplanteles inolvidables, desde la calidad humanay el entendimiento colectivo. Jonyfue el encargado de dar la arenga en el túnel previo al ingreso a la Bombonera el domingo pasado, y una de las frases que utilizó fue “hermanos como siempre”. Y ahí está la clave. En el concepto consolidado de hermandad que se genera semana a semana desde afuera, para volcarlo en cada partido.

Ellos, los que hoy ya no están, también son parte del camino para haber llegado hasta esta final. Porque también contribuyeron a bajar esa línea sana que dio tanto rédito.Porque cada uno desde su lugar han llevado a Rivera encontrar un equilibrio futbolístico y emocional.

Nostalgia y piel de gallina en su máxima expresión. La buena energía de todo el mundo riverplatensees lo que nos diferencia del resto, y el mensaje entre líneas esque la final se gana hermanados entre todos. Los de adentro y los de afuera unidos en la búsqueda de una sola obsesión: levantar la cuarta Libertadores.