En un partido apático de River, D’Alessandro desentonó y fue la gran figura del equipo de Gallardo. Pensó, creó y desequilibró en todo momento. Lamentablemente no tuvo compañía.

Andrés D’Alessandro concretó su regreso a River después de 14 años e inmediatamente generó entusiasmo en todo el público Millonario. De todos modos, los primeros pasos del Cabezón no fueron tan mágicos como se esperaba: hubo lesiones, suplencias y rendimientos con altibajos.

Si bien el volante había expuesto atisbos de su talento, no había llenado los ojos de los hinchas de River. Pero hoy fue titular en el Estadio Monumental y tuvo una actuación muy interesante que hizo recordar aquellas fantásticas funciones de hace más de una década.

El Cabezón manejó la pelota con mucho criterio. Le dio un sentido al esférico y a los destinos del mismo. Casi nunca efectuó una maniobra que no tuviera un objetivo nítido. De hecho, fue la víctima del claro penal que luego malogró Rodrigo Mora.

Desde el inicio, volcado del medio hacia la derecha, D’Alessandro complicó a todo Banfield. Fue el cerebro de River y sus decisiones, prácticamente siempre, fueron acertadas. Pero no sólo eso: sus ejecuciones fueron todavía mejores.

Desafortunadamente para él y para River, no hubo compañía. D’Alessandro se vio muy solo a la hora de crear juego, de generar fútbol. Logró hacerlo pero no con la dimensión que podrían haber tenido dichos ataques si encontraban más de un intérprete. El único socio eventual fue Camilo Mayada, que volvió a jugar en una posición que no lo hace sentir cómodo.

Así fue como las pinceladas del ex mediocampista de Internacional de Porto Alegre lastimaron e inquietaron constantemente al debutante arquero de Banfield. Promediando la segunda parte, D’Alessandro, ya agotado, se fue sustituido sabiendo que fue la figura de un pálido empate.

+ D’Alessandro generó un penal desperdiciado por Mora:

+ JUGADOR X JUGADOR. Los puntajes del encuentro ante Banfield.

+ UN CLARO DEFICIT. River desperdicia penales con frecuencia.

+ LOS GOLES. Las anotaciones del pálido empate ante el Taladro.