“Cuando empezás la carrera tenés muchas expectativas y sueños. Mi deseo era recorrer el mundo y aprender. El fútbol me dio esa posibilidad”. En diálogo con FM 94.7, Maximiliano López hizo un repaso de su carreraque fue iniciada en River. Luego, sin escalas, pasó a Barcelona yde allí tuvo un sinfín de trasferencias a diferentes clubes europeos(también anduvo por Brasil).

Maxi López jugó en la Primera de River entre los años 2001 y 2004.

Y en cuanto al fichaje en el elenco culé se refiere,Maxi sabe que hubo un partido con el manto sagrado que fue bisagra para que ello ocurriese:“El partido que ganamos con gol de Cavenaghi en la Bombonera (Clausura 2004) fue el más importante de mi carrera. La cancha de Boca siempre fue difícil, el Flaco (Schiavi) fue uno de los defensores más importantes de la historia de Boca”.

“Hacer ese partido, en lo personal y colectivo, fue un salto. Me lo voy a llevar para los recuerdos en toda la vida. Hacer un partido importante en cancha de Boca siendo jugador e hincha de River, es lo máximo”, agregó quien hoy defiende los colores del Crotone italiano, en la Serie B.

Y lejos de molestarsepor las bromas que se realizan en el mundo del fútbol sobre su suerte de ser parte de diferentes clubes importantes, el atacante aseguró: “Mis representantes fueron todos genios.Yo los ayudé un poco, no es todo fácil, el que está en el fútbol lo sabe. Hay sacrificio, te perdés muchas cosas. El representante es una persona bastante importante en la carrera porque muchas veces te acompaña, te muestra opciones… Tengo una lista larga de gastadas y las tomo con alegría siempre”.

Su primer contacto con Messi:“Barcelona fue mi primera experiencia en Europa. Me encontré con un Leo joven, chiquito. Éramos los únicos argentinos en aquel momento y nos ayudamos un poquito los dos con algunos referentes. El fútbol fue mi escuela en la vida”

Las noches con Ronaldinho, compañero en el Culé:“¿Cómo eran las noches con él? Largas, muy largas. Es único. El otro día estábamos hablando. ¡Qué personaje! Cuando viví en Río estaba a un kilómetro de su casa y no quería ni acercarme”

La gran persona que fue Ronaldinho con él:“Fue un gran compañero dentro y fuera de la cancha.Incorporaba a la gente al vestuario, lo hizo desde el primer día que Messi entró al vestuario, lo vi porque yo llegué y empezó a entrenar con nosotros. El que se quería quedar, se quedaba y, el que no, no. Como personalidad y grandeza, lo que re representó, no vi prácaticamente a ninguno. Un carisma y una luz… Un personaje que siempre estaba feliz, te hacía reír, siempre tenía buena onda. Como pocos”.

El penal errado en la semifinal ante Boca: “Son las dos caras del fútbol, de la vida. Éxtasis total y el momento más difícil en diferencia de pocos días. Eso te hace crecer, ver las cosas con más equilibrio. Reventé en llanto en el vestuario y se acercó Leo Astrada, me sacó del baño y se me puso a hablar a pesar de que había estado en el banco. Son esos momentos donde tener a un referente viene bien”.

Trasnochó para ver la final en Madrid:“Pasaron varios partidos y River superó esa situación. Lo de Madrid es algo único en la historia por cómo se dio. El desenlace de ir a jugar a Europa, que no tiene nada que ver por ser equipos argentinos. Va a ser diferente a todos los que se puedan jugar en la historia. ¿Si vi en vivo el último superclásico? Me quedé despierto desde las 12 hasta las 4 de la mañana, no me lo podía perder. Al otro día al entrenador le dije ‘vamos despacio que me acosté a las 5 de la mañana’”