Marcelo Barovero se metió con logros personales y colectivos en la historia grande de casualmente El Más Grande. El amor recíproco entre el arquero y la hinchada se plasmó hasta estos días, aunque algunos sectores del periodismo intenten boicotearlo. “River me cambió la vida”, declaró hace cuatro meses. Quedate tranquilo, Trapito, también lo hiciste vos con la de la verdadera gente riverplatense.
Hace unos días Barovero realizó una entrevista con el diario mexicano Récord, donde dentro de un ping pong de preguntas eligió al Antonio Vespucio Liberti como su estadio favorito. En esa misma nota, le preguntaron cuál era su equipo favorito del extranjero. El ex-River contestó: “No tengo, lo único que me importa es cómo va Atlético de Rafaela y Necaxa”.
Muchos medios locales levantaron la nota como un golpe para River. “¿No tiene memoria?”, se preguntaron algunos. En la misma nota donde Trapito confesaba momentos previos que el Monumental era su cancha predilecta.
En diálogo con Radio El Espectador de Rafaela, le consultaron sobre esto y Trapito se sorprendió: “No me enteré de eso (NdeR: el revuelo mediático que se produjo por sus palabras), no sé por dónde pasará el tema. Pero he convivido 4 años en un club enorme y sabiendo que siempre se busca un detalle para confrontar, la verdad que no recuerdo si en esa nota lo he dicho de esa manera, está de más declarar lo que siento por cada equipo por los que pasé. Sobreviví en el pasado muchos golpes bajos en mi etapa en River, así que esto debe ser una cosa más que pasa y que tratan de generar una noticia“.
“He vivido 4 años inolvidables en River, está demás decir lo que siento“, cerró sobre este tema. Barovero nació futbolísticamente en Atlético de Rafaela. Siempre fue hincha del club santafesino, tan cierto y conocido como que siempre amará al Millonario. Trapo podría haber hecho la fácil, vender humo, decir “no duermo porque veo a River las 24 horas”, pero nunca fue así. Gracias a Dios, porque el tipo es auténtico. Tan auténtico como el “parapam”, como sus tapadas majestuosas para que River vuelva a ser River.
Digan lo que digan, fue es y será Trapito. Lo menciono y no puedo evitar la nostalgia de escuchar el “Trapiiito, Trapiiiiito” caer del Monumental. Tranquilo, Barovero, tus palabras con lágrimas en los ojos en tu última función jamás serán olvidadas: “Es inolvidable. Es lo más grande que me pasó y que me va a pasar. Estoy agradecido totalmente”.
Los que te conocemos, los hinchas de River, sabemos lo que sentís por nosotros y por River. No nos van a confundir palabras redactadas con mala intención. Gracias por las alegrías que nos hiciste vivir. Gracias por siempre.
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