River se expande poco a poco en el exterior. Tiene varias escuelas de fútbol dentro y fuera del país. Uno de los proyectos se encuentra en los Estados Unidos, donde Guillermo Rivarola, campeón de la Copa Libertadores 1996, tiene como misión dejar en alto el nombre del club a través de la enseñanza.

Todo marchaba conforme a lo previsto para el Tiburón hasta que se declaró la pandemia y comenzaron a fortalecerse las medidas preventivas, incluyendo cuarentenas a nivel mundial. Su intención era regresar a la Argentina para realizar unos tramites vinculados a la visa para instalarse en Norteamérica y trabajar allí, acompañado por su esposa e hijos.

“Ahora todo eso que teníamos pensado quedó parado, estamos en manos de lo que suceda en el mundo con este virus”, se lamentó el ex defensor del Millonario. “Surgió la posibilidad profesional de venir a ser la cabeza de una academia de fútbol porque el empresario argentino Ricardo Juncos compró la franquicia de River y a mí me pareció un lindo desafío”, explico, en diálogo con Olé.

Entusiasmado con la chance de mejorar la calidad de vida, Rivarola vio la propuesta como un paso adelante: “Tomé la decisión por un motivo familiar, más que nada por el futuro de mis hijos, que acá tienen otras posibilidades para crecer. Les pareció interesante esta chance. Claro que nadie se imaginaba que iba a pasar todo esto que está sucediendo en el mundo”.

Aunque la vuelta a la Argentina era inminente, Rivarola, de pasado como DT de la Quinta División de River y previamente integrante de la Secretaría Técnica, evitó el dolor de cabeza que implica la pérdida de un vuelo: “No tenía pasaje porque iba a sacarlo en el momento. Tendré que esperar hasta que todo se normalice”.

¿Cómo lleva la cuarentena? “La estoy pasando bastante bien gracias a la familia de Ricardo (Juncos), que me ofreció venir a su casa junto con su mujer y sus dos hijos. Eso me ayudó mucho porque antes estaba parando en un hotel, solo, y eso era bastante jodido porque, además, yo no hablo casi nada de inglés. Y si bien podía salir a la calle a hacer las cosas básicas, no me podía relacionar con nadie”.

“Acá vine por River y la verdad es que por River me banco todo. Pero obviamente que me la estoy bancando también por mí y por mi familia. Creo que todo el mundo lo tiene hacer de maneras diferentes y debemos afrontarlo. Ojalá que pronto de termine todo y podamos volver a la vida que teníamos antes del coronavirus”, manifestó el hombre que fue entrenador de la Primera de Racing hace 15 años.

Con respecto a la meta de River en Indianápolis, Rivarola brindó un panorama claro: “El objetivo es instalar la marca River en esta parte del mundo, porque acá el nombre River no es como en Sudamérica. Vos le nombrás a River y la mayoría no sabe de qué les estás hablando. Pero también se apunta a tener una escuela de formación que puede abastecer de jugadores al club en un futuro como es posible que alguno de los chicos de allá vengan un tiempo para acá”.