(Incluye video) Ubaldo Matildo Fillol pasó por LPM TV, comentó en qué consiste su trabajo en el Millonario, habló del momento de Armani, Batalla y también relató algunas anécdotas imperdibles junto a Ángel Labruna, a quien amó como docente y como amigo.

Antes de continuar leyendo esta nota, señoras y señores, tenemos que pedirles que se pongan de pie. Una gloria del Más Grande, de la Selección Argentina y del fútbol mundial pasó por los estudios de FWTV para dialogar sobre todo.

El hombre nacido en San Miguel del Monte, provincia de Buenos Aires, se muestra como un tipo común y corriente, que viaja en el tren Urquiza todos los días a Hurlingham -con la indumentaria de River- para trabajar y desempeñarse como Coordinador General de Arqueros de las Inferiores del club que ama.

Pero, ¿cómo surgió su trabajo en la institución?“Cuando D’Onofrio se hizo cargo en la presidencia, me llamaron él, Patanian y Francescoli. Yo fui compañero de Enzo, cuando él llegó en el ’83, hicimos una gran amistad y después no nos vimos más. Me llamaron, pero yo me había ido mal del club. Me fui mal de la Selección, me peleé con Grondona después de haber trabajado diez años con Pekerman en las juveniles. Discutí mal con Grondona, después me pasó lo que pasó con Juan Pablo (Carrizo), que me empujó y me terminaron echando a mí. Ahí me fui del fútbol, me alejé, tranquilo. Pero cuando ganó la elección Rodolfo, me llamaron y yo no quería saber más nada, pero me convencieron. No hicieron mucho porque es River, mi casa… y me preguntaron qué quería hacer y les dije que quería hacer un departamento de arqueros, en el cual yo elijo los entrenadores, les bajo línea de trabajo”.

Con una energía muy positiva, el Pato cuenta que este tipo de trabajos jamás se habían hecho en el Millonario y ni siquiera en el fútbol argentino:Es algo que no existía en River ni en la Selección. Evalúo a los chicos de las Inferiores, los que tienen que entrar y los que se tienen que ir. Le dije a Patanian (exvicepresidente segundo del Millo) que lo quería hacer a partir de la Cuarta División para abajo. Es decir, fútbol amateur y fútbol infantil. Hace cinco años estoy con este proyecto y con esta idea, estoy feliz”.

“Yo hacía mucho quería hacer esto. Antes de irme de la Selección, que discutí con Grondona en 2008, yo quería presentar este proyecto en AFA. Todos los arqueros que están en la Selección Mayor, yo los tuve desde pibitos. Hasta a Barovero lo tuve, yo lo llevé cuando él tenía 15 años. Nunca lo dijo, pero por el carácter de él. Lo quería presentar en la AFA porque no quería hacer más trabajos de campo. No existía en el mundo, pero gracias a la bondad de D’Onofrio, Patanian y el Flaco Francescoli le metí para adelante y ahí estoy trabajando”, agregó Fillol.

Eso sí, no es un laburo sencillo estar en las Inferiores de La Banda: “Permanentemente se reestructura el trabajo de Inferiores de River porque no es fácil. Históricamente, River ha sacado grandes jugadores del semillero. Para nosotros, trabajar en las Inferiores de River no es un regalo. Tenés que estar capacitado y es una gran responsabilidad porque la historia te marca que River se ha alimentado de grandísimos jugadores juveniles. Y hay buenos arqueros. Me acuerdo de una frase de Pekerman, cuando me llevó en el ’98 a la Selección Juvenil. No nos conocíamos con José, pero me dijo ‘quiero trabajar con vos, tengo confianza en vos y te crucé muchas veces. Quiero que me hagas este trabajo en el fútbol juvenil, pero no quiero que me hagas un Fillol dentro de cuatro, cinco años. Quiero darte el tiempo de trabajo porque sé cómo es esto, lleva tiempo’. Es todo un trabajo a largo plazo”.

¿Es más difícil captar talentos para las Inferiores?“Sí, claro. Ahora el trabajo que hace River o el trabajo que hicieron los grandes clubes del país, que tienen buena infraestructura, lo hacen todos. Vos vas al Chaco a buscar talentos y te dicen ‘ah, sí, hace 15 días estuvo Chacarita, Lanús o Quilmes’. Ahora los clubes menores necesitan tener buenos valores para poder solventar su existencia. Hay valores, hay menos cantidad, pero aparecen”, remarcó el exarquero.

Incluso, el hombre de 67 años confesó qué es lo que a veces ocurre con los jóvenes durante las prácticas: “Hoy con los chicos, cuando estamos en un entrenamiento, por ahí no se tiran o se les escapa la pelota. Yo les digo ‘no, esta es pelota de partido. Vos tenés que vivir, atajar y entrenar el día de semana como si estuvieras jugando un partido”.

Para Fillol, enseñarle a los chicos es lo que más le apasiona. Es su cable a tierra: “La docencia mejor aplicada es si te gusta la docencia. Una cosa es que te paguen por la docencia y otra que te paguen por la docencia y que vos sientas la vocación. Yo no soy el dueño de la verdad ni un mesías, pero vuelco lo que yo mamé y lo que a mí me dio resultado. Los chicos tienen que entender que, por una cuestión generacional, uno los trata como si fueran hijos de uno. A nivel docente, me acuerdo de cuando iba al colegio que las maestras me trataban como si fuera mi vieja en mi casa. Por eso trato de darle el mejor consejo”.

Y subraya un detalle importantísimo para tener en cuenta: “Yo a veces les digo que ser campeón del mundo no es atajar un penal, no es hacer un gol o dar una vuelta olímpica. Hay que ser campeón del mundo de la vida. Hay que ser campeón del mundo como padre, como hijo, como ciudadano o vecino. Y para eso, cuando sos pibe, tenés que estudiar. Si el fútbol no te alcanza, porque hubo otro mejor que vos, estudiás, te recibís y tenés un proyecto de vida el día de mañana. A veces muchos pibes me miran asombrados, pero yo les digo que se van a acordar de mí porque en algunos años van a ser padres”.

¿Quién fue uno de los hombres que más lo marcaron dentro del fútbol? Ángel Amadeo Labruna, eterno ídolo que llevaba a River en la sangre. Yo a Angelito lo amé, lo amo, aprendí mucho y todavía lo extraño. Con Angelito teníamos un diálogo, no quiero faltarle respeto a su familia, pero casi paternal. Podíamos estar hablando de fútbol, de la vida, de lo que pasó. Siempre era un diálogo paternal con Angelito”, manifestó.

Muchos no tuvieron la chance de verlo jugar o dirigir, pero Labruna era un verdadero loco por el Millonario. Y así lo refuerza el Pato con una anécdota imperdible: “Era un enfermo de River. Lo conocí en el ’73 en Racing, andaba bien ahí. Me patearon seis penales y los seis los atajé. Al poco tiempo llegó Angelito y anda bien yo. Llegué al entrenamiento de Racing y me dice ‘pibe, no se cambie y venga para acá’. Yo no conocía su enfermedad por River. Me dice ‘no se cambie porque tiene que pasar a River’. Yo no entendía nada, además me lo estaba diciendo el técnico, no un dirigente. Y me dijo ‘tiene que ir a River usted, lo va a comprar River’ Le dije ‘¿le parece, Ángel?’. Y él me quería pelear, ‘¿qué me está diciendo, se va a agarrar a trompadas conmigo? usted tiene que ir a River'”. Qué fanatismo”.

“Después nos reencontramos un año y medio después, en el ’75, que él viene a River. Él fue presentado en una conferencia de prensa en la que estaba todo el periodismo del país. Él volvía a River y había dicho que volvía para ser campeón. En la tercera o cuarta pregunta, le preguntan quién era su arquero para River. En ese momento estaba Perico Pérez, que atajaba penales, era querido por la gente. Yo no me había consolidado, a pesar de que había ido al Mundial de 1974. Y él dijo ‘mi arquero es el Pato Fillol’. El lío que se armó… Ahí pasé a ser con mucho orgullo, que todavía lo tengo, el arquero preferido de Ángel Amadeo Labruna. Arranqué ahí, después se fue de River, yo también me fui y nos reencontramos hasta el día de su muerte en Argentinos Juniors”, añadió Fillol.

Aun así, no es la única anécdota que tiene junto al Feo. En una oportunidad, el ídolo lo desafió en una tanda de penales: “Yo en River fue donde más penales atajé. Un día fui al entrenamiento y me dice ‘usted anda bien para los penales’. Él ya era un hombre de más de 60 años. Y le dije que andaba bien. Y me pregunta ‘¿se anima a atajar unos penales? Le voy a patear diez penales ahora ¿cuántos me va a atajar?’. Y yo para no ofenderlo le dije ‘le atajo cinco’. Se ató las zapatillas Flecha y le digo ‘¿va a patear así?’. Yo pensé que le iba a atajar nueve penales. Primer penal, él no se paró recto, se paró a un costado, me miró, agachó la joroba, pum, me tiré al palo derecho, pero la pelota entró despacito al palo izquierdo. Me pateó diez y me hizo los diez penales. Tenía una calidad… y no le pegaba fuerte. Increíble. El talento no tiene edad, para cuando se es joven y se es grande”.

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El motivo por el cual decidió hacer su autobiografía ‘El Pato’: El cariño que me demuestra la gente fue uno de los motivos por los que me decidí para hacer mi autobografía. Ahora apareció Planeta, me ofreció hacer el libro y acepté por la gente. Fue fundamental, el periodismo y mi familia me empujó para hacer un libro y dejar un legado. Hace mucho que dejé de jugar al fútbol, pero este agradecimiento es tremendo.

Sebastián Fillol, su hijo, es periodista y también lo ayudó a hacer la autobiografía: Participó él y toda la familia. Es periodista recibido y trabaja. Todavía me maneja muchas cosas. A mí la tecnología me pasó por arriba y él me ataja penales, ja”.

¿Con qué tipo de historias se va a encontrar el lector? Hay cosas que yo cuento ahí que mi familia me dijo ‘nunca contaste nada’. Estuve amenazado de muerte por Lacoste, el militar. Hay cosas que me guardé y me hacen muy mal”. Hay cosas que tengo que trabajar para poder contarlas. Fue un libro que me llevó casi un año. Sergio Rena me ayudó a hacer el libro. Cuando terminaban los entrenamientos con River, me quedaba con él almorzando y hablando hasta tarde. Estoy feliz, ahora como que la gente te conoce mucho más. No conoce al tipo que volaba de palo a palo sino a la persona. El periodista común te dice ‘che Pato, aquel mano a mano, aquel penal o vuelta olímpica’, pero ¿cómo llegás a todo eso?

No volvería a trabajar en la Primera: No me gustaría volver a ser entrenador de arqueros de Primera. Prefiero estar con la docencia. Juro que aprendés cosas con los chicos. Le ves la inocencia a los chicos, las ganas que tienen para poder triunfar y me siento bien con todo eso.

¿Es más difícil que un arquero de las Inferiores de River pueda llegar a la Primera y sea titular? A Armani lo cambiaron por Batalla, que tenía 21 años y estaba en la Primera de River, con toda la responsabilidad que tenía. Los arcos de River, Boca y la Selección no son los que más pesan, son los que más historia tienen.El mismo Barovero, mirá la edad que tiene. Pienso lo que pensé siempre: el talento no tiene edad, pero se da en pocos casos.

Así ve el presente de Augusto Batalla, que está a préstamo en Atlético Tucumán: Es muy difícil aconsejar como también recomendar porque no dependés de vos. No estoy en condiciones de aconsejarle nada, pero sí por experiencia de vida y por los años que tengo se manejó bien. Está buscando continuidad, madurez y equilibrio emocional y deportivo. Si decide volver, yo creo que tendrá las puertas abiertas en River. Pero si vuelve ahora tendrá el agravante de que estará Armani, que está bien. Nunca se saben las vueltas del fútbol. River dejó libre a Perfumo y también rechazó a Passarella. Hay muchos ejemplos de jugadores que se van a otros clubes y después triunfan. El propio Barboza, un caso reciente, se fue y volvió.

El motivo por el cual la FIFA suele hacer modificaciones en los reglamentos: La FIFA cambia muy poco las reglas del juego, pero cada vez que las cambia es para perjudicar al arquero. ¿Por qué? Porque tienen sentido común. ¿Qué es lo bueno del partido? Que haya goles.

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