Ferrero: "Cuando me fui, le dije a Cavenaghi que sería el próximo en irse"

(Incluye video) El defensor le reveló a La Página Millonaria Radio que en antes de partir del Más Grande le anticipó al Cavegol que iba a ser el próximo en irse del club por culpa de Almeyda y Passarella. A su vez, se alegró por haber tenido la chance de jugar en Núñez: “Soy un agradecido de la vida y del fútbol por haber vestido esa gloriosa camiseta”.

Alexis Ferrero arribó a La Banda en enero de 2010 luego de haberse destacado en Colón. Transitó una época complicada en River, teniendo en cuenta que el club vivió el peor momento de su historia, y el final de su estadía en Núñez no fue el más deseado: se peleó con Matías Almeyda y Daniel Passarella.

A los 38 años, el zaguero central sigue vigente en el fútbol y actualmente defiende la camiseta de San Martín, de Tucumán, en la B Nacional. Pero claro, su experiencia en el Más Grande lo dejó marcado. Así lo dejó en claro en una entrevista que le concedió a La Página Millonaria Radio, programa emitido por Radio y Punto.

¿Qué expectativas tenía cuando llegó al club? “Cuando uno inicia su carrera sueña con debutar en Primera, jugar en un equipo grande, ir a Europa y jugar en la Selección Argentina. Yo debuté en Primera, tuve la suerte de vestir la camiseta de la Selección en un partido y después me tocó jugar en River y dije ‘este es mi momento de jugar Copa Libertadores, pelear campeonatos’, pero no se dio. Hoy le tengo un afecto muy grande a River y me pongo contento por las cosas que le pasan a River. Hay gente que conzoco y que es buena leche, me pongo contento y feliz por ellos”.

“Cuando uno toma la decisión pone en la balanza un montón de cosas. Después del descenso yo me quedé en la institución porque creía que fui para River a otra cosa. Estaba ilusionado con vivir otros momentos, otras situaciones y me quedé para poder revertirlo”, añadió.

Sin embargo, la historia fue otra. Si bien rindió, a principios de 2012 tomó la decisión de irse del equipo porque consideró que el Pelado y el Kaiser le faltaron el respeto. “En ese momento, las personas que estaban a cargo como Passarella y Almeyda, a mí me dijeron una cosa para que yo me quedara y después fue totalmente diferente, terminaba siendo la rueda de auxilio o el que le salvaba las papas o entraba en un momento complicado”.

“Durante el tiempo que me tocó jugar en la Primera había sido titular y mi rendimiento había sido bueno. Me molestaron un montón de cosas y así como los entrenadores tienen la facultad de decir quién trabaja y quién no en sus proyectos, yo decidí no continuar”, agregó Ferrero.

Incluso, el defensor explicó que el Torito y Domínguez le insistieron para que no se marche del club: “Fernando (Cavenaghi) y el Chori (Domínguez) están de testigos y me decían que no me fuera de River, que me quedara porque era una parte importante del grupo. Yo sentía que no iba a ser de la utilidad que iba a ser en otro momento. Decidí continuar mi carrera en otro lado y sin ser una piedra en el zapato de nadie”. Y reveló: “Fijate lo que termina ocurriendo con ellos… Yo les advertí que iban a ser ellos los próximos y el tiempo me dio la razón”.

“Lo hablé con Fernando cuando él me dijo que no me fuera. Le dije que era una decisión tomada y que no había vuelta atrás. Le dije que tuviera cuidado y que el próximo iba a ser él y obviamente por su capacidad, su idolatría y todo lo que vivió en el club siendo un ídolo de la institución, nunca lo pensó. Me acuerdo que en ese momento me dijo ‘¿cómo vas a pensar eso si Almeyda es amigo mío?’. Yo le dije ‘ojalá que me equivoque’. El tiempo me dio la razón y los terminaron echando por televisión. Es una falta de respeto tremenda, que no se le hace a ningún jugador más allá de que tenga o no laureles. Hablarlo frente a frente y personalmente es lo mejor”, sentenció el hombre de 38 años.

¿Las decisiones las tomaba Almeyda o Passarella? “Ja, no sé, la verdad que no te sabría decir, pero sí había en mi caso personal, tuve varios encontronazos con Passarella en su momento y, seguramente, me pasaron factura, pero no me arrepiento porque también me pasaron en Colón cuando me fui y el tiempo me terminó dando la razón. Hoy (Germán) Lerche (expresidente de Colón) está procesado, enjuiciado y no puede salir a la calle. Puedo mirar a la cara a todo el mundo y decir lo que pienso de frente y nadie me va a tratar de mentiroso”, remarcó.

Pero no todos fueron malos momentos para el santafesino, que algunas veces era ovacionado por la tribuna San Martín: “Eso no lo esperé ni siquiera el día que ocurrió, pero creo que la gente de River siempre ha valorado mi entrega y lo de dejar todo en la cancha, defender la camiseta a muerte. Ese día incitó a la gente a que coreara mi nombre. Es un recuerdo que lo voy a tener para toda la vida”.

¿Por qué cree que los hinchas le tomaron cariño? “Uno llega con esperanzas y con sueños de consolidarse, de ser titular y se fue dando. Gracias a mi personalidad, porque en la mayoría de los clubes en los que estuve, he tenido ese grado de importancia en el grupo. Eso se basa gracias al compromiso del día a día, profesional y del entrenamiento. Defendiendo a muerte a los compañeros, tratando con respeto a todo el mundo, a los empleados y médicos del club. Eso llevó a que me consideren de esa manera, pero siempre traté de aportar mi granito de arena para hacerle mejor al grupo”, sostuvo el zaguero central.

Ferrero también recuerda el día en que se fue del Millonario: “Me comunicaron que no iba a jugar. Venía siendo titular y me dijo que no iba a jugar porque estaba en juego su puesto, un montón de versos que no tomé de la mejor manera. Le dije a Almeyda que no iba a volver nunca más, mientras él estuviera. Terminó el partido, recogí mis cosas de la institución, saludé a los empleados de la institución y le comuniqué al vicepresidente Diego Turnes que quería rescindir mi contrato porque me quería ir y me fui”.

Del expresidente de La Banda, el defensor resaltó una característica sumamente negativa: “Las personas con el ego tan alto o tan visiblemente palpables, cuando se topan con una persona que tiene mi carácter, seguramente los chispazos van a ocurrir muy a menudo. Y fue lo que terminó ocurriendo. Mi manera de ser siempre fue la misma, no me guardé nada ni me quedó nada por decir”.

Aun así, no le guarda rencor al Millo ni se arrepiente de haber arribado a la institución: “Soy un agradecido de la vida y del fútbol por haber vestido esa gloriosa camiseta. Me quedan lindos recuerdos, a pesar de que futbolísticamente no fue lo mejor de mi carrera. Por el momento que estaba, y por el momento que nosotros vivimos, cien veces elijo volver a ponerme la camiseta en ese momento y entregar todo como lo hice. Siempre fue para beneficio de la institución, lo poco o mucho que he dado dentro del campo”.

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Su presente en San Martín, de Tucumán: “Gracias a Dios estoy teniendo continuidad, mi rendimiento ha sido muy parejo. Los partidos que me he perdido son porque tuve dos suspensiones, una por cinco amarillas y otra por expulsión. Contento por todo eso y porque logramos ascender a la B Nacional en seis meses. No estamos pasando por el mejor momento, pero tampoco estamos mal”.

Sigue a River por televisión: “Me gusta mirarlo, con Marcelo (Gallardo) fuimos compañeros, con Jony (Maidana) todavía seguimos en contacto, a Pity lo conozco de cuando hizo su primera pretemporada en Huracán. Tengo afecto por ellos y me gusta verlo. Cuando juega River siempre trato de mirar. Cuando vengan para Tucumán voy a pasar a visitarlos y llevarles algún obsequio, a charlar un ratito”.

¿Con qué excompañeros de River sigue hablando? “Con la mayoría de los chicos que estuvieron en ese momento… Con Cavenaghi hablé hace poco, otros ya se fueron a Europa, con el Tucu Pereyra o Erik Lamela también”.

Los hinchas lo siguen reconociendo: “Todavía hoy me paran hinchas en la calle y en Tucumán también, hinchas de River que se sacan fotos. Me llena de orgullo porque hace siete años que me fui del club. Es muy lindo que la gente todavía me reconozca”.

Elogió a Maidana: “Desde que llegó al club ha demostrado su capacidad. No vamos a descubrir nada si digo que es un líder positivo, que se entrega al cien por ciento. Es un tipo de los pesados, de los importantes y de los que pusieron el pecho a los momentos complicados y ha salido airoso. La revancha le vino todo lo bueno. Esa clase de jugadores me gustaría tenerlos en mi equipo por más que no estén de la mejor manera posible. Seguramente por eso, Marcelo (Gallardo) lo sigue poniendo en el equipo. Es el segundo capitán del equipo y para él debe ser un orgullo enorme. Quisiera siempre tenerlo jugando al lado mío”.

Ponderó a Ramiro Funes Mori, quien lo reemplazó cuando se fue del Millo: “Ramiro ya tenía muchas cualidades que lo iban llevando de a poco a aparecer en la Primera de River. Cuando yo me voy agarra la titularidad y empieza su carrera siendo titular, consiguiendo objetivos, consolidándose y llegando a la Selección, siendo un jugador para Europa. Se lo tiene merecido porque es un pibe muy ubicado, muy correcto, que nos escuchaba cuando le dábamos una enseñanza. Es un jugador que no escatima en esfuerzos, siempre está al cien por cien, su carrera no tiene techo”.

Su contrato con River lo arregló luego de varias horas: “Se hizo un poco largo porque yo estaba volviendo de la pretemporada con Colón, en Mar del Plata. Me llamó Passarella y quiere hablar con vos. Arrancó a las 6 de la tarde y terminó a las 12 de la noche. Había muchas cosas, tenía que hablar con mi abogado, fue un tire y afloje. Eran papeles que íban y venían. Tenía contrato con Colón y tenían que resolver mi salida con Colón”

¿Se cruzó una vez más a Almeyda o Passarella? “No, nunca más. Y no creo que tengan ganas de encontrarme, ja. No les diría nada porque lo que quería decirles, se los dije en la cara. Todo lo que dije después de irme de River, se las dije a ellos previamente en la cara. No soy de decir las cosas por atrás. Seguramente me esquivarán o harán de cuenta que no me ven”.

Una anécdota del día en que se enfrentó a River, jugando para Ferro, en el 2000: “Me quedé con la camiseta de Gustavo Lombardi. Con el paso del tiempo, jugando para River, me hicieron una entrevista en Estudio Fútbol en la que conté que me acerqué a Gustavo y él me dio su camiseta. Cuando yo me saqué la camiseta para dársela, me dijo ‘no pibe, ya está’, ja. Me acuerdo que el primero que me quedó para pedírsela fue Gustavo y por eso se la pedí”.

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