Gracias a los goles de Borré y Pratto, el Millonario se impuso 2-0 sobre Rosario Central, jugó bien, logró su quinta victoria consecutiva en la Superliga y nuevamente está en zona de clasificación a la Copa Sudamericana.

Este River es distinto al que hasta a principios de marzo carecía de rumbo futbolístico. La mentalidad cambió por completo. Esta versión de River es la que le gusta al hincha porque muestra una idea de juego, más allá de ciertos altibajos, y obtiene victorias con la frecuencia necesaria para escalar en la tabla de posiciones e ilusionar a todos de cara al futuro inmediato. El 2-0 sobre Rosario Central fue totalmente justificado e incluso la diferencia podría haber sido mayor porque siempre el protagonismo fue del Millonario, pese a que una vez más Franco Armani resultó indispensable porque impidió que Maximiliano Lovera abriera la cuenta mediante un cabezazo.

La supremacía de River fue enorme. Controló el medio campo, exhibió la dosis justa entre movilidad e intensidad para doblegar a su rival, impedirle que pudiera equilibrar el desarrollo al punto de que prácticamente no lo dejó llegar, amén de la acción mencionada que tuvo la participación de Armani. Los volantes y delanteros supieron entenderse, posibilitando fluidez en el juego con el propósito de hallar espacios progresivamente. La pelota parada, incluida la sorpresiva intervención de Camilo Mayada en las ejecuciones, también fue un arma que luego de bastante tiempo causó riesgo en reiteradas ocasiones.

Sin embargo, a River le costó ponerse en ventaja. Entre falta de puntería -Ignacio Fernández, a la cabeza- y algunas atajadas de Jeremías Ledesma, se demoró el gol tan esperado hasta que Marcelo Gallardo nuevamente metió los cambios necesarios. Rafael Borré reemplazó a un irregular Ignacio Scocco, en tanto que Juan Fernando Quintero sustituyó a Nacho Fernández. Los colombianos fueron determinantes. El mediocampista puso un gran pase en profundidad con la cara externa del botín izquierdo para que Lucas Pratto abasteciera a Borré. Tan sólo dos minutos después llegó la devolución de gentilezas: otro balón filtrado de Quintero y asistencia de su compatriota para Pratto: 2-0, en un abrir y cerrar de ojos.

Mención aparte para la actuación de Bruno Zuculini en cuanto a la contención, debido a que recuperó bastante y comprendió qué requiere el puesto en River. Luciano Lollo también ofreció una tarea sólida atrás, mientras que Gonzalo Martínez provocó peligro constante y Armani le negó la ley del ex a Ruben. De esa manera, River construyó un triunfo contundente porque no sólo mostró un nivel acertado a nivel colectivo, sino que además halló varias respuestas individuales sin pilares como Leonardo Ponzio y Jonatan Maidana, quienes descansaron pensando en la visita a Ecuador. ¡A seguir así, Millonario!

var _bp = _bp||[]; _bp.push({ “div”: “Brid_23832251”, “obj”: {“id”:”8682″,”width”:”800″,”height”:”478″,”video”:”218066″} });

+ GOLES: Los goles de Borré y Pratto ante Central.

+ LA TABLA: Así están las posiciones de la Superliga.

+ FIXTURE: Lo que le queda a River en la Superliga.

+ FOTOS: Las mejores imágenes del partido.