Gallardo y Pisculichi celebran sus cumpleaños este 18 de enero mientras imaginan otro semestre plagado de alegrìas para River. Treinta nueve años para el Muñeco y ocho menos para el enganche, una sociedad de lujo que deleita a todo el pueblo millonario.

El “Pero qué viva el fútbol, Pisculichi” jamás se hubiera popularizado si no fuera por Gallardo. Y el título en la Copa Sudamericana quizás no hubiera sido posible sin el aporte del enganche.

Leonardo Pisculichi y Marcelo Gallardo formaron una sociedad de lujo entre un técnico que hizo historia siendo el enganche de River y el refuerzo que heredó su lugar en la cancha y entendió a la perfección de qué se trataba vestir el manto sagrado. Pero además, tienen otra cosa en común: hoy, 18 de enero, ambos cumplen años.

Para el Muñe ya son 39 abriles, mientras que para Piscu van 31. Pero vayamos por partes y comencemos por el entrenador, que lleva una vida junto al Millonario, en donde se hizo conocido en sus inicios, allá por 1993, cuando se acopló a un equipo que años más tarde ganaría absolutamente todo.

Se llevó 5 torneos locales, una Copa Libertadores y una Supercopa antes de partir hacia Monaco, para luego regresar por un poco más de gloria. Y lo consiguió gracias al Clausura 2004, octavo y último título suyo con La Banda. Tuvo un tercer ciclo en el que su nivel fue más que aceptable -inolvidables goles a Abbondanzieri-, pero el rendimiento colectivo fue paupérrimo.

Quizás la ovación que se llevó en la despedida de Ariel Ortega en el Monumental fue un presagio de lo que llegaría después: el Muñeco sabía que sería técnico de River. Y en su primer semestre alcanzó -junto a Ramón Díaz- el mayor invicto en la historia del club, para luego cortar la racha de 17 años sin títulos internacionales, dejando afuera nada menos que a Boca.

Y ahí es donde entra en cuestión Pisculichi, el que llegó y varios miraban de reojo. No por su incuestionable calidad, sino por su estado físico y el reciente descenso con Argentinos. Pero el 10 -que usa la 15- se encargó de convencer a los millones de hinchas del Más Grande con una zurda deliciosa y una especial costumbre de aparecer en los momentos claves.

Así fue que liquidó el duelo contra Central, empató en la visita frente a San Lorenzo y comenzó la remontada ante Rafaela. Claro, su golazo a Boca y los centros perfectos contra Atlético Nacional lo metieron en el corazón de la gente.

Por eso, hoy ambos pedirán como deseo hacer historia en River. No es un secreto el desafío: la Copa Libertadores. Pero los dos demostraron con creces que están a la altura. ¡Feliz cumple Muñe! ¡Feliz cumple Piscu!

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